viernes, 1 de mayo de 2020

Práctica del tema 1

PRÁCTICA DEL TEMA 1
A continuación aparece el mapa de la división regional y provincial de Javier de Burgos de 1833. En base al mismo conteste a las siguientes preguntas:
a) Identifica, señalando el número que les corresponde, las 20 provincias señaladas sobre el mapa. 
               ESTO ES UN EJEMPLO. PUEDEN SER CUALQUIERA OTRAS PROVINCIAS.
 b) Señala los cambios que en el mapa político se advierten entre la división de 1833 y la de 1978.
 c) Comenta cuál es la naturaleza política de las Comunidades Autónomas.
 d) Haz un breve comentario sobre la naturaleza de los nacionalismos políticos en España.
RESPUESTAS
a) 1. Lugo ; 2: Zamora; 3: Valladolid; 4: Burgos; 5: Guipúzcoa; 6: Logroño; 7: Huesca; 8: Lérida; 9: Tarragona; 10: Teruel; 11: Cuenca; 12: Toledo; 13: Cáceres; 14: Badajoz; 15: Ciudad Real; 16: Albacete; 18: Almería; 19: Málaga y 20 : Santa Cruz de Tenerife.
b)  En 1978, y al amparo del título VIII de la Constitución, se inicia la reordenación territorial que da al país el actual diseño autonómico Aunque aparentemente es una reforma muy radical, en lo que afecta al diseño territorial los cambios son poco importantes: 11 de las 15 antiguas regiones permanecen invariables (Galicia, Asturias, País Vasco; Navarra, Aragón, Cataluña; Comunidad Valenciana; Extremadura, Andalucía, Baleares y Canarias).
Los principales cambios afectaron a Castilla la Vieja, que antes de unirse a León para formar Castilla-León, pierde Santander y Logroño, que pasan a crear las comunidades de Cantabria y La Rioja, respectivamente. De Castilla La Nueva se separó Madrid, que quedó también configurada en comunidad uniprovincial, aunque la pérdida se compensó con la incorporación de Albacete, que a su vez, quedó desgajada de Murcia, que de esta forma se constituyó también en comunidad uniprovincial-
c)Una comunidad autónoma es una entidad territorial que está dotada de autonomía legislativa y competencias ejecutivas, así como de la facultad de administrarse mediante sus propios representantes.
Las comunidades tienen competencias exclusivas en diversos asuntos, otorgadas por la constitución: políticas: organizar sus instituciones de autogobierno; económicas (agricultura, ganadería, pesca, comercio…); en infraestructuras y transportes (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, etc.); en ordenación del territorio: urbanismo, medio ambiente y vivienda; sociales y sanitarias (asistencia social, sanidad…) y culturales, deportivas y de ocio (museos, bibliotecas, conservatorios, investigación, turismo, etc.). Ayudan a completar las redes de transportes y atienden mejor el territorio
El estado de las autonomías ha venido a introducir un mayor variedad geográfico-política: Comunidades de 9 provincias a otras uniprovinciales, algunas de gran extensión y otras minúsculas, interiores, periféricas, insulares, muy pobladas o poco pobladas, equilibradas en sus recursos o desequilibradas.
d) Sin duda el que tiene mayor raigambre histórica es el catalán. Ya Felipe V tuvo que utilizar la fuerza para aplastar al nacionalismo catalán y la Constitución republicana de 1873 reconoció la identidad de Cataluña al darle categoría de Estado libre dentro de una España federal.
Una cultura reconocida, una lengua de gran tradición literaria y de uso normalizado, profundas raíces históricas… colocan al nacionalismo catalán como al más claramente definido del Estado.
Por contra, salvo en algunas peculiaridades culturales y una lengua de uso minoritario, hace algunos años casi en desuso y de forzada recuperación, el nacionalismo vasco es fruto de una reciente creación política. El componente racial es discutible y las raíces históricas resultan siempre muy forzadas.

Imágenes del tema 1











TEMA 1:España en su contexto y diversidad territorial.

1. ESPAÑA EN SU CONTEXTO Y DIVERSIDAD TERRITORIAL
1. El proceso de organización político-administrativa de España.
España es uno de los estados más antiguos de Europa y, sin embargo, sigue la discusión sobre su identidad e incluso sobre su unidad. En la base de la discutible unidad de España hay razones geográficas. España es, ante todo, un país de contrastes geográficos, casi un continente en miniatura. Su territorio está muy compartimentado por el diseño del relieve, y su diversidad está potenciada por la variedad física (litológica, edáfica, climática, biogeográfica...) y humana (desigual reparto de población y actividades económicas, notable oposición entre el interior y la periferia...). Así, la geografía favorece más las diferencias que las uniformidades.
También la historia ejerce el mismo papel. El carácter de España como encrucijada geográfica –entre dos mares y dos continentes- le permitió ser lugar de paso o llegada de numerosos pueblos y culturas (fenicios, griegos, cartagineses, romanos, judíos, musulmanes...) que han dejado su influencia. Nuestra riqueza cultural tiene mucho que ver con todo ello pero, a cambio, se han potenciado las diferencias que contribuyen a la falta de vertebración de España.
La primera organización territorial general de España llega cuando Roma divide Hispania en dos provincias: Citerior y Ulterior. Más tarde, Augusto define tres provincias: Bética, Lusitania y Tarraconensis, subdivididas administrativamente en conventos jurídicos. Esta división es el origen de futuros territorios con personalidad propia: Andalucía, Aragón, Cataluña-Valencia y Extremadura. En el Bajo Imperio Hispania se articuló en seis provincias: Bética, Lusitania, Tarraconensis, Cartaginensis, Gallaecia y Balearica. Más tarde los Visigodos imponen una división provincial que es casi un calco de la romana.
La invasión musulmana inició un largo proceso de casi ocho siglos durante los cuales el “mapa de España” está sometido a continua transformación, como resultado de la Conquista, Reconquista y las complejas relaciones entre Al-Andalus y los diferentes reinos cristianos y el mapa peninsular se complicará aún más tras la disgregación del Califato, cuando a la diversidad de reinos cristianos se suma la variedad de reinos de taifas en territorio musulmán.
El reinado de los Reyes Católicos se ha venido considerando como el inicio definitivo de la unidad de España, pero ello es muy matizable. Cada reino conservó sus Cortes e instituciones, su moneda… y, tras la muerte de Isabel, sólo razones dinásticas explican que ambos reinos volvieran a unirse bajo el emperador Carlos. Poco después Felipe II tuvo que enviar tropas castellanas a Aragón para acabar con el nacionalismo.
Entre los siglos XVI-XVII la estructura político-territorial española seguía sin ser unitaria. Castilla, Aragón y Navarra mantuvieron sus instituciones (dentro de la Corona de Aragón se repetía la situación entre los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca) y continuaba la multiplicidad de jurisdicciones y privilegios forales.
La situación cambia con la llegada de los Borbones. Los decretos de Nueva Planta suprimieron las leyes e instituciones propias del reino aragonés e implantan un modelo centralizado, lo que lleva a modificaciones en el diseño territorial (ver mapa).
No será hasta 1833 cuando se produzca la definitiva desaparición de los reinos como entidades administrativas. Entonces, Javier de Burgos creó la aún vigente división provincial (49 provincias, que se convirtieron en 50 en 1927 al dividirse la de Canarias en dos).
Será en 1978 cuando, amparándose en el título VIII de la Constitución, se inicie la reordenación territorial que da al país el actual diseño autonómico, que realmente no introduce grandes cambios en el diseño territorial, ya que 11 de las 13 antiguas regiones permanecieron invariables.
La Constitución diseña una organización político-administrativa propia de un estado descentralizado, que reparte la toma de decisiones entre diferentes divisiones territoriales con capacidad de autogobierno en los asuntos de sus competencias. Fundamentalmente son:
El municipio. Es la entidad territorial básica, compuesta por una o varias localidades y un territorio claramente delimitado: el término municipal. Su gobierno y administración corresponde al ayuntamiento, integrado por concejales elegidos por los vecinos del municipio y un alcalde elegido por los concejales. Su función es administrar su territorio y prestar servicios a lo vecinos.
La provincia. Es una entidad territorial local formada por una agrupación de municipios. Su función es fomentar los intereses provinciales, prestar servicio de ámbito provincial y coordinar los servicios de los municipios. El gobierno y la administración provincial corresponden a la Diputación Provincial, integrada por los diputados, escogidos entre los concejales proporcionalmente según su representación política a nivel provincial, y un presidente, elegido por los diputados.
La Comunidad autónoma, una entidad territorial formada por provincias limítrofes, provincias  con entidad regional histórica o territorios insulares. Poseen autonomía legislativa, que recae en su parlamento, y capacidad de autogobierno sobre los asuntos de su competencia.
Además de los tres anteriores, la Constitución reconoce otras demarcaciones territoriales, que puede tener ámbito provincial, supramunicipal, submunicipal e insular. Entre ellas se encuentran: Los Territorios forales, que tienen una base histórica en Navarra y el País Vasco, que coinciden con sus respectvas provincias y que se gobiernan a través de las Diputaciones Forales. Las Comarcas, territorios que agrupan varios municipios; las Mancomunidades, formadas por la libre asociación de municipios; las Parroquias, entidades formadas por varias aldeas, propias de Galicia y Asturias; y los Consejos Insulares y Cabildos, órganos de gobierno y administración local en los archipiélagos. En Baleares las cuatro grandes islas tienen un Consells Insulars, y en Canarias cada isla tiene su propio Cabildo.
Al generalizarse las autonomías la provincia perdió la importancia que antes tenía, a la vez que se revalorizaban las comarcas en el interior de cada autonomía. En algunas, como Cataluña, las comarcas tienen poder administrativo, mientras  que   en   otras,   como   Andalucía, son denominaciones de zonas geográficas con características físicas comunes.
2. Las Comunidades Autónomas y las regiones.
    2.1. El proceso de creación de la CC.AA. y su organización
Una comunidad autónoma es una entidad territorial dotada de autonomía legislativa y competencias ejecutivas, así como de la facultad de administrarse mediante sus propios representantes.
Desde mediados del XIX se buscó romper el centralismo administrativo borbónico, optándose entre el federalismo y la autonomía, aunque será a finales del XIX cuando empiecen a manifestarse los regionalismos o nacionalismos, sobre todo el nacionalismo periférico, al consolidarse en Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía, fundamentalmente.
Los nacionalismos comienzan proponiendo que sus regiones tengan autonomía de gobierno frente al poder central y, hacia 1913, se acepta que las provincias puedan mancomunarse, pero la dictadura de Primo de Rivera corta el proceso. Sería la Constitución de la segunda República quien reconoció el derecho a la autonomía. Se presentan numerosos proyectos de estatutos de autonomía (Cataluña, País Vasco, Aragón, Galicia, Andalucía...) pero sólo se aprobaron el catalán y el vasco, este ya en plena guerra civil.
El régimen de Franco erradicó cualquier posibilidad de autonomía, y en la transición democrática el problema de la estructura de España volvió a aparecer. La Constitución de 1978 lo resuelve en el título VIII, definiendo a España como un Estado plurinacional y reconociendo el derecho a la autonomía de las regiones, marcando cual debía ser el proceso de acceso a la misma. Tras este proceso se establece la existencia de 17 autonomías y dos Ciudades Autónomas (Ceuta y Melilla).
El Estado autonómico se caracteriza por los siguientes rasgos:
Cada comunidad autónoma está regida por su Estatuto de autonomía, elaborado y aprobado en su Parlamento y ratificados por las Cortes.
La Constitución establece que las comunidades tienen competencias exclusivas en diversos  asuntos: políticas (organizar sus instituciones de autogobierno); económicas (agricultura, ganadería, pesca, comercio…); en infraestructuras y transportes y en ordenación del territorio (urbanismo, medio ambiente y vivienda); sociales, sanitarias y culturales, deportivas y de ocio (museos, bibliotecas, turismo, etc.). 
Las instituciones de una comunidad son tres: El Parlamento autonómico, que ejerce de asamblea legislativa, elaborando las leyes en las materias de competencia autonómica, aprobando el presupuesto y controlando al gobierno regional; El presidente/a, máxima autoridad de la comunidad autónoma que nombra y dirige su gobierno, a la vez que es elegido por su Parlamento; El Consejo de Gobierno, o gobierno autonómico, integrado por el Presidente/a de la comunidad y los consejeros por él elegidos, que se encargan de las diferentes áreas de gobierno o consejerías (ministerios).
Además, las comunidades cuentan con un órgano judicial, el Tribunal Superior de Justicia, máximo órgano judicial y con una Delegación del Gobierno, que dirige la administración general del Estado en ellas.
La financiación de las comunidades responde a dos modelos: El régimen foral (País Vasco y Navarra), en el que el territorio se financia con los tributos por él recaudados y acuerda con el Estado la cantidad a pagar a su Administración General (conciertos); y el régimen común, en el que las comunidades se financian con tributos (propios, cedidos por el Estado o compartidos, caso del IRPF, IVA…) y con fondos, siempre que los impuestos recaudados no cubran los servicios públicos básicos.
El estado autonómico se basa en la igualdad territorial y la solidaridad, de manera que ningún estatuto puede contener privilegios o discriminaciones en materia fiscal, salarial, de seguridad social…
El estado de las autonomías ha venido a introducir un mayor variedad geográfico-política: Comunidades de 9 provincias a otras uniprovinciales, algunas de gran extensión y otras minúsculas, interiores, periféricas, insulares, muy pobladas o poco pobladas, equilibradas en sus recursos o desequilibradas… Esto no ha hecho sino mantener uno de los grandes problemas de España: el de los desequilibrios regionales.
2.2. Las regiones y sus desequilibrios.
 Pierre George define región como «Porción de espacio dotada de unidad a causa de sus características físicas, su pasado histórico, sus capacidades económicas y, eventualmente, la voluntad orgánica de un estado» Con ello se define, a la vez, los conceptos de región natural o geográfica (territorio limitado por fronteras naturales –generalmente el relieve- y que comparte características físicas y biogeográficas)  y región política (división que hacen los Estados para su administración política y que puede contener criterios naturales, económicos, históricos o culturales ).
La Constitución española, en su artículo 2, reconoce  y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones, sin aclarar el concepto de nacionalidad, pero intuyéndose su identificación con aquellas que más avanzaron en la consecución de su autonomía durante la Segunda República. Terminado el proceso autonómico podemos decir que, actualmente, se identifica comunidad autónoma con región política y que, al compararlas. se extrae una clara conclusión: Los enormes contrastes regionales.
2.2.1. Contrastes regionales.
La simple visión del mapa autonómico nos muestra grandes contrastes: comunidades muy pequeñas frente a otras que superan en tamaño a Portugal (Castilla-León); comunidades uniprovinciales y otras que reúnen 8 o 9 provincias (Andalucía y Castilla-León).
Las CC.AA. litorales disponen de mejores condiciones geográficas y mayores recursos (costas, climas, suelos…), lo que ha favorecido el desarrollo de determinadas actividades (industria, turismo, agricultura intensiva…), estimulado su crecimiento demográfico y potenciado su desarrollo económico.
Por contra las comunidades interiores –a excepción de Madrid- presentan peores condiciones naturales: climas continentalizados, orografía compleja, suelos de poca calidad… Por eso suelen ser las zonas menos densamente pobladas y las peor dotadas de infraestructuras y tejido industrial.
En este panorama tienen mucho que ver la historia y determinadas decisiones de carácter político, pero también los factores geográficos naturales. Todos estos factores, entrecruzados, han creado importantes desequilibrios, evidentes en los capítulos demográfico, económico y social
Desequilibrios demográficos. La población se distribuye muy desigualmente sobre el territorio. La densidad media para España es de 93 hab/Km2, pero con grandes diferencias entre comunidades y provincias: De los más de 750 hab/Km2 de Madrid a los 25 de Castilla-La Mancha.
Hay un fuerte contraste entre un litoral muy poblado y un interior semivacío. La prueba es que casi la mitad de la población se concentra en sólo 4 CC.AA: Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia; mientras en la España interior hay grandes zonas con bajas densidades. Las fuertes densidades de la periferia se acentúan sobre todo en las CC.AA. mediterráneas y las principales islas, frente a las que encontramos un progresivo vacío del interior, salvo en zonas como Madrid y  su entorno y los ejes del Ebro y del Guadalquivir. 
El contraste se da también en los comportamientos demográficos: Al mayor crecimiento natural de Murcia, Madrid, Andalucía… se opone el crecimiento negativo de la Cornisa Cantábrica, Galicia o Castilla-León
Desequilibrios económicos y sociales. El PIB por habitante y las tasas de actividad y paro reflejan muy bien las disparidades económicas y sociales entre regiones. El PIB medio por habitante en 2013 era de unos 22.700 €. Mientras País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña… estaban muy por encima, otras CC.AA. como Extremadura o Andalucía no alcanzaban los 20.000 €
Si observamos la tasa de actividad (media del 59,4% en diciembre de 2013), la Comunidad que presentaba mayor tasa era Baleares (63%), seguida de Madrid, Canarias, Cataluña… (todas con más del 60%) Por contra Asturias apenas superaba el 52% y Castilla-León, Galicia y Extremadura se situaban por debajo del 55%
Idénticos contrastes encontramos respecto a la tasa de paro. Mientras Andalucía (36,3%), Extremadura, Canarias o Castilla-La Mancha superaban el 30% (EPA de diciembre del 2013), País Vasco o Navarra están por debajo del 20% y La Rioja, Cantabria, Aragón, Madrid o Galicia estaban por debajo del 22%.
Todo lo anterior nos llevaría a distinguir entre regiones de mayor dinamismo o desarrollo y otras de menor dinamismo. Entre las primeras han de destacarse Cataluña, País Vasco, Madrid, Navarra, Baleares... Entre las segundas Extremadura, Andalucía, Castilla – La Mancha, Canarias, Murcia… En general puede decirse que la mitad norte del país es más rica y dinámica que la mitad sur.
Para corregir los desequilibrios el Estado pone en marcha las políticas regionales. España cuenta con dos importantes instrumentos para desarrollar su política regional: los Incentivos Regionales (ayudas estatales a las empresas) y el Fondo de Compensación interterritorial, que se complementan con otros que provienen de la política regional europea como los Fondos Estructurales (FEDER y FSE) y el Fondo de Cohesión.
3. España en la U.E.
3.1. La integración y sus repercusiones.
En febrero de 1962, y en plena dictadura franquista, el entonces ministro de Asuntos Exteriores solicitó oficialmente la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea. Al año siguiente comenzaron las negociaciones para el ingreso, con el escollo de la falta de democracia en España. Por eso, aunque en junio de 1970 se firmase el Acuerdo España-Mercado Común en Luxemburgo, aún tendrían que pasar 16 años hasta que España se convirtiera en Estado miembro el 1 de enero de 1986.
La integración de España en la CEE tenía beneficios para ambas partes. A España le podía servir para consolidar la naciente democracia e impulsar su progreso económico, al tiempo que Europa necesitaba de nuevos miembros para afrontar la competencia frente a EE.UU. y Japón y desarrollar el proyecto europeo.
Las negociaciones no fueron fáciles, pues España producía sobre todo productos agrícolas y pesqueros que rivalizaban con los de otros países miembros, aunque su integración aportaba un importante mercado de 38 millones de consumidores.
Las consecuencias de la incorporación fueron numerosas:
Políticas. Ayudó a reforzar la democracia española y permitió a nuestro país ganar peso dentro de Europa y del contexto internacional.
Económicas. Las ayudas de los fondos europeos permitieron a España modernizar sus estructuras socioeconómicas y aumentar su productividad, acortando las distancias respecto a Europa y cumplir con los criterios de convergencia para integrarse en la Unión Económica y Monetaria.
Sociales. Impulsó el desarrollo del Estado del bienestar mediante un incremento de inversiones en servicios sociales y prestaciones, aunque con importantes diferencias con los países europeos más avanzados.
3.2. Posición de España en la UE.
España presenta una posición intermedia en el contexto de la U.E. con las siguientes características:
a) Situación periférica. Nuestro territorio se sitúa en el extremo suroeste de Europa (península más occidental y meridional de Europa), presentando por tanto una posición periférica. Es más, las Islas Canarias por su localización, se integran en el grupo de regiones ultraperiféricas. No obstante, nuestra situación favorece nuestro papel intercesor entre los ámbitos mediterráneo y atlántico, colocándonos además en situación ventajosa para jugar un importante papel en las relaciones entre Europa y África, pero también tiene el inconveniente de alejarnos de los centros neurálgicos del poder político y económico de Europa.
b) Peso relevante por superficie y población. España es el segundo país en extensión y el quinto más poblado de la U.E, si bien su densidad –algo más de 92 hab./ Km2- no es de las más elevadas. Por otra parte, la población española refleja –en general- las características de las sociedades modernas europeas: envejecimiento, bajas tasas de mortalidad y natalidad (que se sitúan entre las más bajas del mundo), alta esperanza de vida… Su población incluso ha disminuido en los últimos años como consecuencia del desplome de la natalidad y el retorno a sus países de origen de numerosos inmigrantes que provocó la crisis económica iniciada en 2008.
c) Peso intermedio por sus rasgos socieconómicos. En este apartado España se sitúa en una posición intermedia de la U.E., claramente tras las potencias de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, y por delante de los países que han ingresado en las últimas ampliaciones.
Nuestro país es la cuarta economía de la eurozona y la quinta de la U.E. por su P.I.B. Pese al crecimiento del PIB per cápita español desde nuestro ingreso en la Comunidad Europea, España se encuentra actualmente en este aspecto por debajo de la media europea, y nuestro país muestra claras debilidades en materia económica y social: baja competitividad económica, debilidad industrial, excesiva dependencia del sector turístico, desequilibrio de la balanza comercial, excesiva dependencia energética, poca cualificación de buena parte de la población activa, retraso en las inversiones en I+D+I y en el desarrollo de las TIC… Todo esto está en la base de hechos preocupantes, como por ejemplo que la tasa de desempleo siga siendo la segunda más alta de los países de la U.E., sólo por detrás de Grecia.
Desde su ingreso en 1986 España ha mantenido una senda de convergencia con la U.E. Prueba de ello es que en 2001 nuestro P.I.B. per cápita se situó en la media europea y siguió aumentando hasta 2007. Sin embargo, los efectos de la crisis iniciada en 2008, ha hecho que en 2018 nuestro P.I.B. per cápita apenas supere el 90% de la media Europea, aunque el dato esconde la evidencia de los desequilibrios regionales de nuestro país, que intentan ser corregidos a través de la política regional europea.
Así, y en relación con el reparto de fondos comunitarios para el desarrollo, en el período 2014-2020 España cuenta con tres categorías de regiones: las menos desarrolladas (Extremadura), las transitorias (Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia y la Ciudad Autónoma de Melilla) y las más desarrolladas (el resto). Actualmente tenemos acceso a cuatro de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE): Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Fondo Social Europeo, Fondo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y Fondo Europeo Marítimo y de Pesca. En este mismo sentido España está ya excluida de los Fondos de Cohesión, pues la mayoría de los países perceptores de los mismos son los de la Europa del Este, con menor índice de desarrollo.


Prácticas sector terciario (transporte y turismo)

PRÁCTICA 1
En el gráfico se representan los componentes de la actividad económica española según su aportación al Producto Interior Bruto (PIB) en 2015. Analícelo y conteste las siguientes preguntas:
a) ¿Qué actividades integran el Sector Primario y qué peso tiene éste en la formación del PIB? En relación con los demás sectores, explique por qué tiene tan escasa representación.
b) ¿Qué porcentaje aporta el Sector Terciario y a qué se debe su importancial?
c) El Sector Secundario está representado por dos componentes ¿Cuáles son y qué porcentaje aporta cada uno? ¿Cuál ha tenido un papel esencial como desencadenante de la última gran crisis económica y por qué?
a) El sector primario incluye las actividades relacionadas con la obtención de recursos naturales renovables. Son la agricultura, la ganadería, la pesca y la explotación forestal.
El peso en el PIB es del 2’50% -variable según los resultados del año agrícola- y da trabajo a menos del 5% de la población activa, manifestando esas cifras un constante y –ahora– lento retroceso, siguiendo la tónica general europea.
El retroceso en la contribución al PIB no quiere decir que la producción agraria esté disminuyendo; por el contrario, la modernización agraria (mecanización, el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios, la ampliación de regadíos, la selección de semillas y especies…) han tenido como resultado un constante crecimiento de la producción, pero ésta ha sido menor que el que han tenido los sectores secundario y terciario y ha llevado consigo una constante reducción de la mano de obra empleada que, en su momento engrosó las filas del éxodo rural.
Decir, por otro lado, que los datos del PIB agrario son fluctuantes año a año, debido a la gran incidencia que sobre la producción agropecuaria siguen teniendo los fenómenos meteorológicos.
Los datos anteriores no nos deben hacer pensar que las actividades agrarias son poco importantes. Éstas tienen una importancia tanto económica como social y medioambiental considerable. Además de la producción de alimentos y materias primas –que sostienen una importantísima industria agroalimentaria–, la agricultura y ganadería organizan una buena parte del territorio, de manera que su mantenimiento garantiza la ocupación de todo el espacio y facilita la conservación del paisaje rural y del medio natural. Así, su escasa importancia cuantitativa se compensa con una gran importancia cualitativa.
b) El sector terciario aporta un 74,9% del PIB y más del 75% del empleo. Estos indicadores se sitúan realmente en la media de los países desarrollados, y es que España es -desde hace años- una economía fuertemente terciarizada que experimenta la continua expansión del sector servicios. Entre los factores que contribuyen a explicar la expansión de los servicios destacan: el incremento del gasto de las familias en servicios (transportes, servicios personales, educación, ocio, sanidad…), la creciente demanda de servicios por parte de las empresas y la demanda procedente del exterior, especialmente relacionada con el turismo.
Las actividades del sector terciario son muy heterogéneas ya que incluyen el comercio, transporte, turismo, sanidad, educación, administraciones públicas, hostelería, seguros, inmobiliarias…
c) El sector secundario está representado por la industria y la energía con un 17,10% y la construcción con un 5,50% del PIB. La construcción tuvo un papel desencadenante de la última crisis económica, ya que la actividad económica en los años anteriores a 2008 se basó en buena parte en la construcción de viviendas. La demanda era muy elevada, ya que los créditos bancarios se otorgaban con facilidad y existían fuertes corrientes especulativas. Se formó así la burbuja inmobiliaria.
Su estallido agravó la crisis económica en España y tuvo muy negativas repercusiones, ya que el hundimiento de la construcción afectó negativamente a otros sectores a los que había estimulado: construcciones metálicas, madera y mueble, componentes eléctricos y de fontanería…, provocando un aumento considerable de las cifras de desempleo.

PRÁCTICA 2
Analice el mapa de España de afluencia de turistas por provincias en 2008 y responda a las preguntas que se plantean:
a) Señale el nombre de las provincias que recibieron entre 1 y 3 millones de turistas.
b) Señale -mencionado el número- el nombre de las provincias indicadas en el mapa, acompañando en cada caso el nombre turístico de su costa.
c) Explique qué factores están en la base del desarrollo turístico de España.
d) Comente las características turísticas de nuestros archipiélagos, resaltando ventajas e inconvenientes.

a) Pontevedra, La Coruña, Asturias, Cantabria, Zaragoza, Tarragona, Valencia, Murcia, Almería, Granada, Cádiz, Sevilla y Huelva.
b) 1: Lugo, Rías Altas; 2: Gerona, Costa Brava; 3: Castellón, Costa del Azahar; 4: Alicante, Costa Blanca5: Granada, Costa Tropical; 6: Málaga, Costa del Sol; 7: Las Palmas de Gran Canaria, Costa Canaria
c) El desarrollo del turismo en España se debió a la confluencia de una serie de factores teniendo gran importancia los de base geográfica. Entre ellos podemos destacar:
*Nuestra posición excéntrica y meridional respecto a Europa, acentuada por la cercanía a África o por la condición casi tropical de Canarias, concede a nuestro país un plus de originalidad en el contexto europeo, muy atractivo desde el punto de vista turístico.
*Nuestra situación geográfica como país desarrollado en el contexto de Europa y la U.E.. Ello nos ha permitido convertidos en potencia turística gracias a:
           ●El desarrollo económico-social y el aumento del nivel de renta de los países de Europa occidental.
            El desarrollo del turismo de masas gracias al abaratamiento y mejora de los transportes y la acción de los grandes touroperadores que rebajan los precios a través de sus paquetes turísticos.
*Los atractivos desde el punto de vista geográfico: localización en la banda de clima templado cálido; carácter peninsular  (gran cantidad de kilómetros de costas) junto a la existencia de dos archipiélagos (uno mediterráneo y otro subtropical); climas propicios; variedad y contraste de nuestros paisajes, derivada de la riqueza geomorfológica y climática; enorme riqueza natural…
*Gran riqueza histórico-artística y cultural, producto de una larga historia, que se refleja en un riquísimo patrimonio artístico, urbanístico (cascos históricos), gastronómico, de fiestas y costumbres populares…
*Ventajas económicas. El menor desarrollo económico de España respecto a otros países europeos  concede a España un gran atractivo en la relación calidad-precio. Desde el inicio del desarrollo turístico España es un país barato para el turista europeo. También contribuyeron a este atractivo económico los bajos salarios, el menor nivel de vida (precios), la abundante mano de obra que permite el desarrollo de la construcción, la hostelería…
d) Baleares. Fue el primer destino español. Atrae sobre todo turismo británico y alemán, pero también nacional. Destacan como destinos Mallorca e Ibiza. Es un destino muy consolidado y con buenas comunicaciones aéreas y marítimas e infraestructuras, pero sufre algunos problemas de masificación y negativos impactos medioambientales: la ocupación masiva y generalizada del litoral y el exceso urbanizador, traen consigo problemas como pérdida de calidad paisajística, degradación de los acuíferos, erosión del suelo, además de crecientes demandas de agua y problemas con el tratamiento de residuos.
Canarias. Cuenta con la gran ventaja de su clima, suave todo el año, lo que le otorga una estacionalidad inversa (estación alta en invierno), aunque la actividad permanece todo el año. El turismo de extranjeros es dominante sobre el nacional. Entre ellos un número creciente, sobre todo de jubilados, se termina instalando en las islas.
La base es el turismo de sol y playa, pero hay una gran diferencia entre islas. En los últimos años se ha potenciado el turismo natural (cuatro Parques Nacionales) y de paisaje (atractivo de los paisajes volcánicos). Además, su posición casi tropical le concede un carácter muy exótico.
La construcción de grandes urbanizaciones ha expoliado el recurso paisajístico en amplias áreas. Por otro lado, la mayor lejanía encarece los precios. El turismo de sol y playa es casi un monopolio y conviene diversificarlo. Por lo demás, se manifiestan similares problemas medioambientales a los de Baleares.

PRÁCTICA 3
Analice el mapa en el que se especifican las áreas turísticas y responda a las siguientes cuestiones:
a) Correlacione los números del 1 al 8 con las ciudades a las que corresponden e indique qué tipo de turismo predomina en cada una de ellas.
b) Nombre las provincias con alta densidad turística e indique qué tipo de turismo predomina en cada una.
c) Explique los contrastes entre las áreas turísticas atlánticas y mediterráneas.

a) 1. Santander: turismo cultural, interior (rural y de naturaleza) y costero  2. León: turismo cultural: Catedral gótica de León y camino de Santiago.  3. Salamanca: turismo cultural. Declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad  4. Zaragoza: turismo cultural (Basílica del Pilar, arte mudéjar) 5. Toledo: turismo cultural (gótico, mudéjar, sinagogas) declarada patrimonio de la humanidad. 6. Córdoba: turismo cultural (Mezquita) declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad  7. Granada:turismo interior: cultural (Alhambra, renacimiento) y deporte de invierno (Sª Nevada)  8. Cáceres: turismo interior, rural y cultural, declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad
b) Gerona: (Costa Brava), turismo de sol y playa; Barcelona: turismo cultural y de sol y playa (Costa Dorada); Tarragona: turismo de sol y playa (Costa Dorada; Alicante: turismo de sol y playa (Costa Blanca); Murcia: turismo de sol y playa (Costa Cálida); Baleares: turismo de sol y playa, cultural y naturaleza; Granada: turismo cultural, deportes de invierno (esquí) y de sol y playa (Costa tropical); Málaga: turismo de sol y playa (Costa del sol); Canarias: turismo de sol y playa y naturaleza;Madrid: turismo cultural y por su condición de capital del país.
c) El factor que mejor explica los contrastes entre ambas áreas es el de localización geográfica, ya que la principal modalidad turística es la de sol y playa y el turismo de masas prefiere las playas "mediterráneas".
La costa mediterránea presenta temperaturas suaves todo el año, alcanzando en verano los 25ºC de media frente a los 18ºC de la cantábrica y gallega. Por eso las playas mediterráneas tienen uso casi todo el año y las de del norte son playas de verano.
La costa cantábrica es a menudo abrupta (cercanía de la Cordillera Cantábrica) y por tanto escasean las playas. Las costas gallegas formadas por rías presentan un paisaje singular y de gran interés turístico.
Cantábrico y Atlántico presentan problemas de oleaje y corrientes. Además cuentan con el hándicap de una meteorología más adversa que la mediterránea (menos horas de sol, más precipitaciones…) y una temperatura más fría de sus aguas. En cambio ofrece gran variedad de paisajes y espacios naturales cercanos, que han potenciado el turismo rural, además de monumentos, gastronomía…
La costa atlántica andaluza ofrece mejores condiciones físicas (grandes playas, temperaturas más elevadas…) aunque cuenta con algunos problemas: una situación más periférica, fenómenos meteorológicos como los vientos de Levante, plagas de insectos relacionados con zonas húmedas (Doñana).
Canarias tiene un clima privilegiado, lo que le concede una estacionalidad inversa, además del atractivo de su carácter insular, el exotismo de su meridionalidad respecto a Europa y su carácter volcánico.
La mayor potencialidad turística del litoral mediterráneo viene dada por:
·        Las ventajas geográficas como el clima, las buenas condiciones marítimas o la variedad de paisajes. Así, entre Tarifa y Cabo de Gata encontramos playas, acantilados (Manilva, Maro), desembocaduras, calas... y la protección de las Penibéticas crea en invierno un clima privilegiado. En el resto alternan costas rocosas, la Manga del Mar Menor, costas bajas y arenosas y otras acantiladas con presencia de calas.
·        El alto grado de accesibilidad las buenas comunicaciones terrestres y la amplia red de aeropuertos (Barcelona, Valencia, Manises, Málaga…)
·        El gran desarrollo de las infraestructuras y oferta turística así como actividades de ocio.
·        La escasa rentabilidad y crisis de la agricultura tradicional de secano y la pesca artesanal, que motiva la aceptación del turismo como alternativa económica.
Todo lo anterior se traduce en efectos que señalan el contraste entre ambas áreas:
En la zona atlántica la oferta es limitada y la ocupación turística es más reducida. Sufre, además, una acusada estacionalidad pese a contar con gran variedad de recursos naturales, históricos y culturales.
El dominio de las CC.AA. del área mediterránea en la oferta turística es claro: Baleares, Cataluña, Valencia y Andalucía suman más de 2/3 del total de las plazas hoteleras y su ocupación es muy elevada.
El área mediterránea monopoliza la mayor parte de los grandes centros turísticos costeros: Lloret de Mar, Barcelona, Salou, Benidorm, Alicante, Manga del Mar Menor, Torremolinos, Marbella…
En algunos casos -como Andalucía- el turismo costero se ve reforzado con el atractivo del turismo cultural de sus ciudades interiores relativamente cercanas: Granada, Córdoba, Sevilla… y parques naturales.

PRÁCTICA 4
En el siguiente mapa se representa la red de carreteras de España. Obsérvelo y conteste las siguientes preguntas: 
a) ¿A qué zonas corresponden las mayores densidades de la red?
b) ¿Qué diseño presenta la red española de carreteras y cuál es su origen?
c) Con la ayuda del mapa explique las características de la red española de carreteras.
a) La mayor o menor densidad de la redes de transporte viene determinada por factores geográficos, caso de la topografía o el hábitat dominante, y económicos.
La topografía llana favorece el trazado de vías de comunicación y las zonas de montaña lo dificultan y reducen la densidad de las redes. El hábitat disperso requiera unas redes más densas que el concentrado, pero en detrimento de la calidad de las vías. Pero también las zonas más pobladas requieren redes más densas, sobre todo en el caso de áreas metropolitanas, núcleos con amplias zonas periurbanas, etc.
Por su parte, un mayor desarrollo económico exige mejores comunicaciones y –a la vez- favorece la construcción de las mismas.
De manera general, parece existir una clara relación entre la densidad de la red con los mapas de densidad de población, principales ejes urbanos y ejes de desarrollo económico. Así:
*La mayor densidad en el trazado corresponde a las regiones más desarrolladas, pobladas y con mayor intensidad de actividades industriales, de servicios o turísticas, (Madrid, Cataluña, Valencia…).
*Especial densidad encontramos en torno a las grandes áreas metropolitanas o donde confluyen diversas vías de gran capacidad, destacando Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla…
* También elevada densidad coincidiendo con los principales ejes urbanos y áreas industriales. Destacan el arco mediterráneo levantino, el eje del Ebro, el cantábrico, del Guadalquivir o el gallego entre Ferrol y Pontevedra-Vigo. La mayoría aprovechan la topografía llana costera y de las depresiones.
* Zonas de especial concentración de núcleos urbanos (entorno Cádiz-Jerez; Oviedo-Gijón…)
*También a las regiones que tienen población dispersa y mayor fragmentación territorial, les corresponde una red más densa, caso de Galicia.
*En cambio, otras zonas interiores están mal comunicadas y coinciden con zonas de bajo desarrollo económico o en franco proceso despoblador.
b) La primera característica que salta a la vista de la red de transportes de España, es su constitución y estructura radial que data del siglo XVIII, con los Borbones. Cuando en la década de 1960 se  modernizó para adaptarla al mayor tráfico de vehículos, como correspondía al nuevo desarrollo del país, se consolidó ese modelo radial que favorecía al Estado centralista que buscaba una rápida conexión de la capital con los principales ejes de comunicación. Esta disposición tiene algunas ventajas como es el más rápido acceso desde el centro a la periferia pero, en cambio, las comunicaciones transversales se ven entorpecidas.
c) La red de carreteras se estructura en carreteras nacionales, que son aquellas que conforman la red estatal y sobre las que tiene competencias el Estado y absorben el 60% de todo el tráfico por carretera.
Comprende los itinerarios de interés general y comunica con la red internacional. Los principales ejes son: La N-I que comunica Madrid con Irún y desde ahí se pone en comunicación con la red Europea a través de Francia; la N-II: Madrid-La Junquera, que pone igualmente en relación la red nacional con la Europea por la parte más oriental de los Pirineos; la N-III: Madrid-Valencia; la N-IV: Madrid-Sevilla; la N-V: Madrid-Badajoz, y la N-VI: Madrid-La Coruña. Estos ejes siguen el sistema radial que dificulta la comunicación transversal obligando a emplear más tiempo y aumentado el coste de los trayectos.
Las demás carreteras parten de estos seis ejes principales manteniendo en su numeración el primer dígito del eje principal del que parten.  Además hay otros ejes muy transitados por donde circula gran caudal de tráfico: la autovía del Mediterráneo (A-7), desde la Junquera hasta Almería por la costa; la autovía del Cantábrico, desde Irún hasta Tuy por Oviedo y la Coruña; y la autovía del Ebro desde Vitoria hasta Valencia y Barcelona, por Zaragoza.
La red de carreteras de las comunidades autónomas satisface la movilidad intrarregional y enlaza con la estatal, y la red de las diputaciones y las redes insulares aseguran las comunicaciones intracomarcales y el acceso a todos los núcleos de población. A todo esto hay que añadir,  las circunvalaciones que rodean las poblaciones para evitar los frecuentes atascos en las ciudades y hacer más fluido el tráfico.

PRÁCTICA 5
El siguiente mapa representa la red básica de los principales medios de transporte en España. Basándote en la información que proporciona contesta a las siguientes preguntas:
a) En base a la red de autovías y autopistas comenta, de manera general, las características de la red de carreteras en España.
b) ¿Qué factores han influido en el diseño y estado de esta red y qué ventajas e inconvenientes tiene?
c) ¿Cuáles son las zonas mejor conectadas y peor conectadas? Razona tu respuesta.
d) Si cruzas España utilizando un tren de Alta Velocidad desde la Costa del Sol hasta la frontera francesa, ¿qué CC.AA., y en cada una, qué provincias atravesarías –por orden- en dirección sur-norte? (En Caso de ser seleccionada para el examen, el mapa aparecería sin nombres)
a) *La primera característica es su estructura radial con centro en Madrid, surgida en el siglo XVIII pero consolidada en la década de 1960  desde el interés de un Estado centralista.
*La red de carreteras se estructura a partir de la red de carreteras nacionales o red estatal. Incluye los itinerarios de interés general y comunica con la red internacional. Los principales ejes son: La N-I que comunica Madrid-Irún; la N-II:  Madrid-La Junquera; la N-III: Madrid-Valencia; la N-IV: Madrid-Sevilla; la N-V: Madrid-Badajoz, y la N-VI: Madrid-La Coruña.
*Además hay otros tres ejes de gran importancia: la autovía del Mediterráneo (A-7), desde la Junquera hasta Almería por la costa; la autovía del Cantábrico, desde Irún a Tuy; y la autovía del Ebro desde Vitoria hasta Valencia y Barcelona, por Zaragoza.
*La red de las CC.AA., para favorecer las comunicaciones intrarregionales, ha mejorado las comunicaciones transversales. Un buen ejemplo lo tenemos en la A-92 de Andalucía, que conecta –a través del surco intrabético- Sevilla con Almería y Levante.
*Hay desequilibrios regionales en la calidad y la densidad de la red. La red estatal tiene una calidad satisfactoria, pero vías comarcales y locales presentan deficiencias de firme, trazado o señalización.
*La red de autopistas se caracteriza por su escaso desarrollo y su falta de conexión, lo que hace que sólo atienda las necesidades de espacios reducidos y no contribuya a articular el territorio.
b) · La existencia de un medio físico desfavorable: una orografía muy montañosa que dificulta el trazado de las vías de comunicación, obligando a la construcción de estructuras que encarecen la ejecución y dificultan la realización (puentes, viaductos, túneles). Además, algunos elementos del clima o las características de los suelos arcillosos no favorecen el trazado y mantenimiento de la red.
· La densidad de la red tiene que ver con factores geográficos como el relieve, el tipo de hábitat o el grado de urbanización: menor densidad cuanto más difícil es la orografía o el hábitat es concentrado, mayor densidad en hábitat dispersos o entornos muy urbanizados. En general en España puede considerarse alta dado el dominio del transporte por carretera, pero esto conlleva un alto coste del transporte por el aumento de la factura del petróleo y una gran contaminación.
· En el diseño radial de la red han influido factores políticos, derivados, primero del centralismo borbónico y más tarde (años 60) del de la dictadura franquista. Esta disposición tiene ventajas como el más rápido acceso desde el centro a la periferia pero, en cambio, dificulta las comunicaciones transversales obligando a emplear más tiempo, aumentando el coste y propiciando la mala comunicación de zonas interiores.
· El diseño y condiciones de la red tienen que ver también con el diferente grado de desarrollo de las distintas regiones. La tendencia es que las regiones de mayor desarrollo tengan mejores comunicaciones: redes viarias más densas e infraestructuras de mayor calidad.
· El diseño y estado actual de la red tiene que ver también con su gran desarrollo en los últimos 30 años, que vino de la mano de dos hechos: el proceso de descentralización de competencias sobre el transporte en favor de las CC.AA. y la integración de nuestra red en la de la U.E., que con sus ayudas permitió –por ejemplo- la construcción de la red de Autovías.
c) Las zonas mejor conectadas se corresponden con las regiones más desarrolladas, más pobladas y con mayor intensidad de actividades industriales, de servicios o turísticas, (Madrid, Cataluña, C. Valenciana). Las periféricas costeras se benefician, además del sistema de transporte marítimo.
 El grado de accesibilidad es bueno en los corredores transversales (Ebro, Cantábrico) que unen áreas económicas de gran actividad; allí donde confluyen diversas vías de gran capacidad (Madrid, Barcelona, Zaragoza,..); en los ejes que conectan las áreas de mayor desarrollo, caso del Mediterráneo y, en general, en los corredores de las antiguas carreteras nacionales.
En cambio, otras zonas, sobre todo interiores o periféricas occidentales están mal comunicadas (Galicia, parte de Castilla y León, Extremadura, Huesca y Teruel, Andalucía norte y oriental) y coincide con zonas de bajo desarrollo económico y escasa densidad de población. Lo mismo puede decirse de los archipiélagos al depender exclusivamente de las comunicaciones aéreas y marítimas para su enlace con el exterior.
d) Andalucía: Málaga y Córdoba; Castilla La Mancha: Ciudad Real, Toledo, y Guadalajara, atravesando antes la Comunidad de Madrid; Aragón: Zaragoza; y Cataluña: Lérida, Tarragona, Barcelona y Gerona.