TEMA
3. EL CLIMA.
A. Los condicionantes básicos.
Las
condiciones de la atmósfera (tiempo atmosférico) que sirven de base a la
definición de los climas se producen en la troposfera, la parte de la atmósfera más cercana a
la superficie. Esta presenta cuatro importantes características:
a)
En ella, la temperatura es variable en función de la latitud,
la estación del año o la altura.
b)
Contiene vapor de agua, base de fenómenos como la humedad o
las precipitaciones.
c)
Es la zona más densa de la atmósfera y donde más importantes son los cambios de presión del
aire
d)
Distintas zonas de presión generan los vientos, responsables del
movimiento de las masas de aire.
Entre los condicionantes básicos de los climas debemos
estudiar los siguientes:
1. La temperatura. Es consecuencia directa de las radiaciones solares y está
en continuo cambio dependiendo de los siguientes hechos.
a) El nivel de
insolación (intensidad de las radiaciones), que se deriva de dos
circunstancias:
*El
momento del día, de forma que la
temperatura es mayor en las horas centrales del día o primeras de la tarde, ya
que es entonces cuando los rayos de sol son más perpendiculares.
*El
momento del año, que a su vez determina dos fenómenos: la
inclinación con que los rayos de sol caen sobre la superficie terrestre y la
duración del día. Así, a menor inclinación más calor y viceversa. Por otra
parte, se alcanzará mayor temperatura cuanto más largo sea el día.
b) La Latitud. A
menor latitud mayor temperatura (máximo en zona intertropical) y viceversa,
debido al mayor o menor grado de inclinación de los rayos solares sobre la
superficie terrestre.
c) El relieve y la altura. La temperatura en la Troposfera disminuye con la
altura (media: 0,64º C cada 100 m), siendo así un factor de disminución de la
misma. La orientación del relieve también influye sobre ella,
pues las laderas orientadas hacia el sur (solanas) serán más cálidas y
secas que las orientadas al norte (umbrías).
d) La
influencia de los mares. Los mares suavizan las temperaturas de
las zonas litorales. Así, en verano la tierra está más
caldeada que el mar y éste absorbe temperatura suavizando la del
continente. En invierno ocurre lo contrario y son los mares
los que ceden temperatura al continente suavizando su
temperatura. Por eso, las zonas que reciben la influencia marítima tendrán
menor oscilación térmica anual y temperaturas más suaves en
cualquier estación. Por contra, la ausencia de influencia marítima –continentalidad-
dispara la oscilación entre verano e invierno.
2. La humedad y las precipitaciones. El
aire contiene vapor de agua, es decir, humedad. La que puede
contener una masa de aire (humedad absoluta o relativa) depende de su
temperatura, de forma que las masas de aire cálido admiten mayor cantidad de
vapor de agua que las frías. Además, la presencia de vapor de agua aumenta el
peso del aire y, por lo tanto, su presión, de forma que a
mayor humedad mayor peso y, por tanto, mayor presión.
Precipitaciones La presencia de vapor de agua en un alto porcentaje y su
enfriamiento son condiciones indispensables para que se produzca la precipitación. A
su vez, el enfriamiento puede deberse a tres causas, por lo que también podemos
hablar de tres tipos diferentes de precipitación según su origen:
A) PRECIPITACIONES
CONVECTIVAS. Se producen cuando el fuerte calentamiento de la
superficie transmite calor a una masa de aire húmedo que, al calentarse, se
dilata, pierde peso y comienza a ascender rápidamente. Al elevarse se enfría,
lo que conlleva una fuerte condensación y lluvias copiosas. Este es el origen
de las tormentas de verano en zonas subtropicales.
B) PRECIPITACIONES
CICLONALES O DE FRENTE. Son las que suelen provocan precipitaciones en la zona
templada por el mecanismo siguiente: Al producirse el choque de una masa de aire
frío (denso y pesado) con otra de aire cálido y húmedo (más ligero), esta
tiende a elevarse sobre la primera. A medida que asciende se va enfriando,
produciéndose la condensación y la lluvia. Pueden ser de frente frío o cálido.
C) PRECIPITACIONES
OROGRÁFICAS O DE RELIEVE. Se producen cuando una masa de aire húmedo se encuentra
con una montaña que la obliga a elevarse. Ello hace que se enfríe, se condense
la humedad y precipite en esa ladera de la montaña (Barlovento). Esa masa de
aire, ya seca, pasa al otro lado de la montaña (Sotavento), que por lo general
suele ser muy árido. Esto es lo que se llama efecto foehn.
Otros
conceptos en relación con la humedad del aire:
Nubes:
Son el resultado de la condensación del vapor de agua en la atmósfera. Pueden
adoptar tres formas: Cirros, Cúmulos y Estratos.
Niebla: Fenómeno
que se produce cuando se condensa el vapor de agua del aire en contacto con el
suelo (por enfriamiento nocturno o advección). Si la niebla es poco espesa se
habla de neblina o bruma.
3. La dinámica atmosférica. Es el
mecanismo que explica los movimientos de masas de aire a escala del Planeta,
determinado por las diferentes condiciones de temperatura, presión y vientos
existentes entre distintas zonas del mismo, así como por fenómenos como la fuerza
de Coriolis. Aparecen así cinturones permanentes de presión de origen
térmico o dinámico, responsables del movimiento de las masas de aire, de los
vientos permanentes que las impulsan, etc., en base a un esquema de circulación
tricelular.
España,
al situarse en zona templada, queda afectada por dos de estos cinturones: las altas
presiones subtropicales (Anticiclón Azores) y las bajas
presiones subpolares. El choque de masas de aire tropical marítimo
(cálido y húmedo) y polar marítimo (frío y húmedo), que envían unas y otras,
crea el Frente Polar (resultado
del choque de ambas masas), impulsado hacia la Península por los vientos
permanentes del Oeste generados entre ambos cinturones. En altura
coinciden con la CORRIENTE EN CHORRO (Jet Stream).
4. Presión y vientos. La
presión es el peso que el aire ejerce sobre la superficie terrestre o cualquier
punto de la atmósfera. Depende de las características de temperatura y humedad
del aire. Así, a mayor temperatura menor presión y viceversa, y, a mayor
humedad mayor presión y viceversa. Además, la presión se modifica con la altura,
de forma que irá disminuyendo a medida que subamos en altura.
La presión se mide en milibares (mb) o hectopascales (hP).
La normal estaría en torno a 1012 mb o hP. Por encima hablaríamos de altas
presiones o anticiclones (A), que provocan
tiempo seco y estable. Por debajo de bajas presiones o borrascas (B),
asociadas a tiempo variable, a veces ligado a precipitaciones.
Los centros de presión son también responsables de los vientos
permanentes. Así, los anticiclones expulsan vientos y las borrascas
los absorben. Por tanto, circulan desde zonas de altas presiones hacia
las de bajas presiones, siendo más fuertes cuanto mayor es la diferencia de
presión (gradiente de presión)
Por
otra parte, la fuerza de Coriolis determina el sentido de
circulación de los vientos alrededor de anticiclones y borrascas: Estos giran
en el sentido de las agujas del reloj en torno a los anticiclones del
hemisferio norte y en sentido contrario en torno a sus borrascas.
5. Otros condicionantes básicos del
clima. Entre
ellos podemos destacar los siguientes:
La insolación o cantidad
de radiación solar directa que recibe una unidad de superficie horizontal. Está
directamente relacionada con la duración del día a lo largo del año pero inversamente
con la nubosidad, es decir, a mayor nubosidad, menor insolación.
La evapotranspiración. Proceso
de traspaso de agua de la superficie terrestre a la atmósfera a partir del
proceso físico de la evaporación y el biológico de la transpiración de las plantas.
Depende de la temperatura, del viento y de la disponibilidad de agua.
La aridez. Término que alude a la situación en la que la escasez de
humedad impide mantener una densa vegetación debido a que la evaporación supera
a la precipitación.
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B. ELEMENTOS Y FACTORES
CLIMÁTICOS.
1. Los elementos climáticos y su
distribución espacial.
Los elementos del clima son circunstancias atmosféricas que
pueden observarse, describirse y medirse: temperatura, precipitación, presión,
velocidad y dirección del viento, insolación…Sin embargo, la climatología se ha
basado principalmente en dos de ellos: precipitaciones y temperaturas.
1.1. Las precipitaciones.
Distribución espacial.
Las precipitaciones presentan en la Península
las siguientes características generales:
*La media
anual está en unos 650 mm anuales pero con grandes
diferencias en su distribución.
*En general disminuyen
de norte a sur y de oeste a este.
*Los máximos de precipitación se dan en Galicia, la
costa cantábrica y algunos sistemas montañosos.
Los mínimos en Canarias y el sureste peninsular.
A partir del mapa
pluviométrico, en el que la distribución de las precipitaciones se hace
mediante isoyetas, se distinguen tres grandes zonas: la España
húmeda, la seca y la árida.
A. La
España húmeda. Recibe precipitaciones anuales superiores
a los 800 mm. Incluye el nw. y norte peninsular: una franja continua
desde Galicia hasta el norte de Cataluña, acogiendo también sus zonas
montañosas: Macizo Galaico-Leonés, Cord. Cantábrica y Pirineos. Causas de
la elevada pluviometría de estas áreas: 1º Están muy expuestas
a las borrascas asociadas a los frentes atlánticos. 2º. El
relieve.
Fuera de estas áreas sólo algunos puntos aislados pertenecen a
la España Húmeda, siendo siempre la altitud la causa fundamental,
por lo que se trata de áreas montañosas: zonas de la Ibérica y sectores de las
Béticas, destacando la Sierra de Grazalema.
B. La España
seca. Precipitaciones entre
300 y 800 mm anuales. Abarca casi las ¾ partes del
territorio. Incluye ambas submesetas, valles del Ebro y Guadalquivir, zonas de
Levante y Cataluña, y ambos archipiélagos. Las causas de la
disminución de las precipitaciones son el debilitamiento de los frentes
atlánticos hacia el interior y el efecto barrera provocado
por la disposición del relieve.
C- La
España árida. Se corresponde con las zonas
que reciben menos de 300 mm anuales, en su mayor parte en el sureste peninsular
y sur levantino, incluyendo también algunas comarcas del interior
peninsular, como el interior de Granada o el bajo Ebro. La razón es, en algunos
casos, el efecto foehn.
Carácter y reparto
estacional de las precipitaciones
El carácter de las precipitaciones cambia según el lugar. En la España
húmeda las precipitaciones caen durante muchos días a lo largo del año,
pero son -por lo general- finas y persistentes. En cambio, en
las zonas secas y áridas el número de días de lluvia desciende
de manera considerable pero las precipitaciones son a menudo torrenciales.
Respecto al reparto estacional de las
precipitaciones o régimen pluviométrico podemos
distinguir:
- La franja próxima al
Atlántico (sector N y W peninsular): máximo de precipitaciones
en invierno.
-El interior y la mitad oriental tienen dos
máximos, uno en otoño y otro en primavera.
-Zonas muy localizadas del interior, presentan un máximo
de precipitación estival.
En cuanto a las precipitaciones en forma de nieve, disminuyen
de Norte a Sur, siendo en las costas levantinas y meridionales prácticamente
desconocidas.
Finalmente, la escasez e irregularidad de las precipitaciones y
las altas temperaturas estivales, explican la importancia de la aridez en
gran parte del país, siendo mayor en la España árida, sobre todo en el S.E.
1.2. Las
temperaturas. Distribución espacial.
La distribución de temperaturas se ve
condicionada por la latitud, la altitud, la disposición del relieve,
la influencia marítima... que determinan las características generales de
las temperaturas en la península:
a- Las temperaturas aumentan en
dirección norte-sur (las del norte son inferiores a las del sur)
b- Las zonas costeras presentan unas
temperaturas medias superiores al interior peninsular.
c- La temperatura media es muy
baja en las montañas.
El mapa de isotermas nos permite distinguir en
la Península cuatro grandes zonas térmicas:
·
Las Costas gallegas y
cantábricas, con temperaturas medias suaves de hasta 15º C.
·
El resto del sector costero
español, con medias entre 15-18º C.
·
La España interior, con grandes diferencias térmicas, entre
los 10 y los 19º C
·
La alta montaña con
temperaturas medias inferiores a los 10ºC.
Conclusión: Encontramos mayor
amplitud térmica en el centro que en la periferia. Las máximas
amplitudes se dan en la Meseta y Valle del Ebro, debido a la escasa influencia
marítima (continentalidad). Por ello los inviernos del interior
son fríos y largos, mientras que en la periferia son suaves y cortos. Las
mínimas amplitudes se dan en zonas costeras y el archipiélago canario.
1.3. Otros
elementos del clima en España.
Insolación: Es la cantidad de radiación solar directa que recibe una unidad de
superficie horizontal. Está directamente relacionada con la duración del día a
lo largo del año, pero inversamente con la nubosidad, es decir, a mayor
nubosidad, menor insolación. Por eso, la franja norte
peninsular tiene bajos niveles de insolación, que aumenta hacia el Sur.
Vientos: Por su situación,
la península está dentro del dominio de los vientos del oeste,
aunque en la costa oriental son frecuentes los vientos de levante. Durante
el verano son frecuentes las calmas. Canarias está bajo el dominio
de los vientos alisios. Además, existen vientos
locales (cierzo, tramontana, terral…)
Evapotranspiración: Es el proceso de traspaso de agua de la
superficie terrestre a la atmósfera a partir del proceso físico de la
evaporación y el biológico de la transpiración de las plantas. Depende de la
temperatura, del viento y de la disponibilidad de agua. Los valores más altos los encontramos
en la depresión del Guadalquivir. Los más bajos en la cornisa cantábrica.
Aridez:
Término que alude a la
situación en la que la escasez de humedad impide mantener una densa vegetación,
debido a que la evaporación supera a la precipitación. En España la aridez es
mínima en las zonas de clima oceánico y de montaña, aumenta en las depresiones
exteriores y zonas interiores de clima continentalizado, y es máxima en el
sureste peninsular (Almería, Alicante y Murcia) y Canarias.
Nubosidad: La zona cantábrica y pirenaica
presenta más días cubiertos, que disminuyen de norte a sur.
Nieblas: Son frecuentes en invierno en
los valles, altiplanicies y depresiones del interior y, sobre todo, en zonas
montañosas.
2. Los factores climáticos.
Pueden definirse
como aquellos aspectos que condicionan o modifican los climas.
Estos se pueden clasificar en tres grupos: Astronómicos, geográficos y
termodinámicos.
2.1-Factores
astronómicos.
La latitud. La situación de
España en la zona templada implica la existencia de una clara sucesión
estacional, ligada a la variación de duración de los días y las
noches, que afecta a los niveles de insolación.
La España peninsular se sitúa entre los 36 y los 43º de
latitud norte. Ello supone apreciables variaciones en la duración media del
día, sin olvidar la diferencia en el ángulo de incidencia de los rayos solares
en función de la latitud, que repercute en la radiación solar, siendo
esta muy favorable a las zonas meridionales de España y teniendo su máximo en
el S.E.
Otro factor que modifica el nivel de radiaciones es
la nubosidad, mucho más abundante en el norte. La latitud
es así la principal responsable de que las temperaturas medias aumenten de Norte
a Sur.
2.2 -Factores
geográficos
*Nuestra
posición entre el Atlántico y el mediterráneo. La influencia
marítima alcanza la mayor parte de España, eso sí, con distintas intensidades
debido a que mediterráneo y Atlántico poseen temperaturas distintas por su
situación y corrientes dominantes. Así, la corriente del Golfo hace
que en el Atlántico norte las temperaturas de las aguas superficiales sean más
altas que las que les corresponderían en latitud lo que hace que las
temperaturas de la cornisa cantábrica sean más suaves de lo normal.
En Canarias ocurre todo lo contrario en
relación con las corriente fría que baña el archipiélago.
En el Mediterráneo no existen corrientes que modifiquen
sensiblemente el clima, dado que es un mar pequeño y cerrado. Esto provoca el
estancamiento de las masas de aire que penetran en él, que tienden a caldearse
y causar depresiones térmicas que afectan al Levante español
en situaciones de gota fría.
*Nuestra
posición entre las grandes masas continentales de Europa y Africa. En nuestra situación el continente europeo nos envía en invierno
masas de aire frío y seco que, ocasionalmente, provocan olas de frío. En
cambio, el continente africano suele afectarnos en verano con masas de aire
cálido y seco, responsables de olas de calor que afectan más al sur peninsular
y el mediterráneo levantino.
*La forma de la península Ibérica y la disposición del
relieve. Influye sobre los climas
mediante:
•El carácter macizo y poco recortado de
la Península, que determina que la influencia marítima sea muy limitada en el
interior donde se acentúa el carácter continental.
•Disposición periférica de una parte del relieve peninsular,
que hace que la influencia marítima sólo afecte de manera clara a las zonas
costeras.
•Modificación por el relieve de las características de las
masas de aire por dos razones:
a) El relieve obstaculiza la penetración de las masas de aire
procedentes del exterior.
b) Modifica sus características de temperatura y humedad de esas
masas por el efecto de ascenso y descenso impuesto por las barreras orográficas
(efecto foëhn).
•Dominio de la disposición longitudinal (W-E) de nuestras
cordilleras, lo que favorece la penetración de corrientes
de procedencia atlántica y obstaculiza la entrada de las de dirección
meridiana.
Sin embargo, los rebordes montañosos orientales (Ibérica,
Costero-Catalana y Béticas) suponen un obstáculo para la penetracción de masas
de aire desde el Mediterráneo.
En general, la incidencia de masas de aire sobre las barreras
montañosas provoca lluvias orográficas, pero también un efecto foehn. Esto hace
que las precipitaciones en España disminuyan progresivamente, sobre todo de NW
a SE,
•Efecto de la caída de la temperatura con la altura, un
factor muy influyente teniendo en cuenta la elevada altura media de las tierras
españolas
2.3 -Factores
termodinámicos o meteorológicos
Están relacionados con la circulación general atmosférica y son
los siguientes:
a) -Las masas de aire: A España llegan las masas
de aire polar -siempre frío- y ligadas a tiempo
inestable; aire ártico, asociadas a olas de frío; aire
tropical marítimo que produce tiempo estable y aire tropical
continental, casi siempre asociado a olas de calor. Además, al
encontrarnos en una zona de choque de masas de aire, España se ve afectada con
frecuencia por el paso de frentes, empujados por los vientos
predominantes del Oeste.
b) - Los centros de acción: Las áreas de altas y bajas presiones
reciben también el nombre de centros de acción. Los anticiclones son
responsables de tiempo seco y estable. Las bajas Presiones o Borrascas producen
un tiempo inestable y lluvioso. En los mapas del tiempo los puntos de igual
presión aparecen unidos por líneas sinuosas denominadas isobaras.
Las células de presión pueden ser según su origen térmicas
o dinámicas. Aquellas están originadas por las temperaturas en superficie:
anticiclones provocados por masas de aire muy frío o borrascas causadas por
aire muy caldeado. Las dinámicas están provocadas por la circulación general
atmosférica
Entre
los centros de acción que afectan a España podemos señalar:
· El anticiclón de las Azores, que suele ser
responsable de la falta de precipitaciones en España.
· El anticiclón escandinavo que nos envía aire
frío en invierno.
· El anticiclón invernal centroeuropeo, responsable de
olas de frío.
· Baja presión de Islandia: Suele originar
los frentes del W que causan precipitaciones en España.
· La baja presión de Génova, responsable de
precipitaciones en el litoral mediterráneo.
· Las bajas presiones estivales del norte de Africa,
asociadas a olas de calor.
c)- Los frentes: España queda bajo la influencia
del frente polar (atlántico), que separa la masa polar marítima
(fría y húmeda) de la tropical marítima (cálida y húmeda). Este frente
es el reflejo en superficie del Jet Stream (o
Corriente en Chorro) en altura.
Por el desplazamiento de los centros de acción con las
estaciones, la Península queda bajo la influencia del aire tropical cálido en
verano y del aire polar frío en invierno, mientras que durante los equinoccios
el frente polar genera sucesivas borrascas que son impulsadas hacia España por
los vientos permanentes del oeste de latitudes medias. Este frente suele ser el
responsable del tiempo variable y lluvioso sobre España.
Si la masa de aire cálido avanza sobre la de aire frío hablamos
de FRENTE CÁLIDO. En este caso, el aire cálido se eleva suavemente sobre el
frío, por lo tanto la condensación es más lenta, dando lugar a precipitaciones
poco abundantes y dispersas pero duraderas.
Si la masa de aire frío avanza sobre la cálida hablamos de
FRENTE FRÍO. En este caso el aire frío, más pesado, se mete en cuña bajo el
cálido y lo obliga a ascender bruscamente, provocando una rápida condensación
que es responsable de lluvias cuantiosas (moderadas) que caen en poco tiempo.
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C. LOS PRINCIPALES TIPOS DE
CLIMAS. CARACTERÍSTICAS Y DISTRIBUCIÓN ESPACIAL.
1.
Los fundamentos de la diversidad climática española
España ofrece una gran variedad climática, que viene determinada
por una serie de hechos derivados de su posición latitudinal, su situación
estratégica, el carácter peninsular e insular de su territorio y por las
peculiares características del mismo. Entre estos hechos hay que destacar:
●La localización. España se localiza en el centro
de la zona templada del Hemisferio Norte. Ello hace que -salvo uno-
sus climas pertenezcan al grupo de los templados. Estos se reparten
entre dos dominios climáticos esenciales: el templado-cálido o
mediterráneo y el templado-frío u oceánico.
También la localización determina la existencia de una clara
sucesión estacional, lo cual se traduce en notables diferencias térmicas –que
explican la, a veces, acusada oscilación térmica- y pluviométricas entre las
distintas épocas del año.
●Situación. Su situación entre dos mares de
características térmicas muy distintas y entre dos continentes, la convierten
en una encrucijada de masas de aire distintas. En este sentido el territorio
español queda afectado por distintos centros de acción y masas de aire, pero
sobre todo por las altas presiones subtropicales (Anticiclón de las Azores) y
las bajas presiones subpolares. El choque de las masas de aire tropical
marítimo y polar marítimo, que envían unas y otras, crea el Frente
Polar, que es impulsado hacia la Península por los vientos
permanentes del Oeste.
Esto, junto a las ondulaciones de la corriente en Chorro que
determinan los desplazamientos latitudinales de las células de presión, son
determinantes para entender las variaciones meteorológicas que están en la base
de los climas.
●El carácter peninsular de
España determina que el efecto suavizador de los mares se deje notar
en toda la amplitud de nuestras costas. Sin embargo, el carácter macizo y poco
recortado de la Península hace que el efecto suavizador de los mares no afecte
de manera notable a la zona interior.
●La disposición periférica del
relieve hace que éste actúe de muralla que impide la penetración
hacia el interior de la influencia marítima, hecho especialmente acusado en el
bloque de la Meseta.
El papel de barrera del relieve se acentúa en sentido norte-sur
dada la dominante dirección longitudinal de muchas de nuestras cordilleras. En
este sentido, la ausencia de barreras hacia el oeste facilita la entrada de
aire marítimo procedente del Atlántico, pero debido al carácter macizo de
la Península esta influencia se degrada rápidamente hacia el interior
aumentando la continentalidad. Estos hechos explican que el clima oceánico se
limite a la franja septentrional de la Península o que en el interior
encontremos climas con claros rasgos continentales y zonas de acusada aridez.
Por otro lado, la disposición de la Cordillera Costero Catalana,
del sector más oriental de la Ibérica y las Subbéticas, así como el trazado
paralelo a la costa de la Penibética, delimitan claramente el área de
influencia directa del clima mediterráneo marítimo en sus distintas variedades.
●Su elevada altura
media, que hace que en gran parte
del territorio se modifiquen las temperaturas. Además, la presencia de
importantes cadenas montañosas determina la existencia de climas de
montaña.
●La ubicación muy meridional
de Canarias incrementa la variedad climática española al introducir
un clima de carácter subtropical.
Todos estos factores geográficos propician una gran
variedad climática reflejada en la existencia de cuatro dominios:
oceánico, mediterráneo, subtropical y de montaña, pero que alberga numerosos
tipos y subtipos, entre los que algunos autores señalan climas continentales.
Existen, además. climas locales.
Los contrastes se dejan también notar en otros factores del clima: temperaturas (inviernos fríos o muy suaves, veranos frescos
o muy calurosos, oscilaciones térmicas moderadas o extremas…), precipitaciones
(una España húmeda frente a otra seca e incluso subdesértica), vientos
dominantes, insolación…
2. Principales tipos
de climas, sus características y distribución espacial.
La variedad climática en España nos
permite hablar de la existencia de cuatro dominios
climáticos: los dos más importantes son el templado-cálido o mediterráneo y
el templado frío. La diferencia entre ambos podemos situarla en los 15ºC
de temperatura media anual. A los anteriores se pueden añadir el
subtropical canario y el frío de montaña.
2.1. EL DOMINIO
TEMPLADO-FRÍO, ACOGE:
2.1.1. Clima oceánico o atlántico.
Está determinado
por el efecto suavizador del mar. Se localiza en la fachada
atlántica gallega y cantábrica, adentrándose hacia el interior hasta la
parte norte del Macizo Galaico-Leonés y la Cordillera
Cantábrica e introduciéndose hacia el este hasta los Pirineos
occidentales.
Sus temperaturas
medias anuales son suaves en verano e invierno: oscilan entre 13 y
15ºC. Así, muestra una reducida amplitud térmica por la
llegada de masas de aire marítimo a estas zonas, por lo que los veranos
son frescos y los inviernos templados.
Las precipitaciones
anuales son siempre superiores a 800 mm y bien distribuidas.
Aún así, en verano se aprecia una clara reducción pluviométrica. La nubosidad
es elevada y, por tanto, el grado de insolación bajo. El
clima tiene un elevado grado de humedad relativa y bajo de
evapotranspiración por lo que encontramos un paisaje muy verde.
El clima
oceánico presenta dos tipos:
-Oceánico puro o marítimo. Se localiza en las zonas costeras de Galicia, Asturias, Cantabria y el País
Vasco.
Temperaturas suaves, medias anuales entre 11 y 15ºC. Los
veranos son frescos, los inviernos suaves y templados por lo que la oscilación
térmica es media baja. Las precipitaciones son abundantes y regulares superiores
a 1000 mm anuales debido al paso de borrascas atlánticas y la cercanía de la
cordillera Cantábrica. No hay estación seca pero sí una disminución
estival.
-Oceánico de transición. Se
localiza en el interior de Galicia, franja sur de la Cordillera
Cantábrica y Pirineos Axiales Posee unos inviernos suaves acercándose
a fríos y veranos con medias que pueden superar los 22ºC, así,
la amplitud térmica se ve incrementada. Sus precipitaciones, entre los 800 y
1000mm, se reducen por el efecto barrera de la Cordillera Cantábrica.
Se acentúa la reducción estival ya que se pueden dar meses secos.
2.1.2. Clima
continental.
En principio
hay que aclarar que no todos los autores admiten la existencia de este clima en
España. Para muchos sería más correcto hablar de clima mediterráneo con
invierno frío o incluso clima mediterráneo continentalizado, que se extendería por
la España interior: Meseta, Depresión del Ebro y parte de la del
Guadalquivir. Representa así dos tercios de la Península.
Los inviernos son
ya fríos, y alto el riesgo de heladas y nieblas en
las cuencas interiores. Por contra los veranos son largos y muy
calurosos. En consecuencia la amplitud térmica es muy elevada.
Las precipitaciones
son débiles e irregulares, menores a 600 mm y descienden de N a S y de W a
E. Los inviernos pueden ser secos y los veranos favorecen
las precipitaciones tormentosas, aunque en ellos se produce
una acusada sequía.
Estos contrastes
térmicos y pluviométricos se deben a la disminución de la influencia
marítima por la lejanía del mar o la obstaculización por las
montañas.
2.2. EL DOMINIO TEMPLADO CÁLIDO
Corresponde al CLIMA MEDITERRÁNEO, que presenta las siguientes
características generales:
-Se localiza en
la zona costera mediterránea, Baleares, Ceuta, Melilla y una parte de
la Depresión del Guadalquivir. En general está caracterizado por inviernos
templados y húmedos y veranos largos, muy secos y calurosos. Sus temperaturas
medias anuales están por encima de los 15ºC, presentando
unos inviernos suaves, pero unos veranos largos y calurosos. Por
ello, la amplitud térmica es media o media-fuerte, puede
llegar incluso a los 20ºC en el interior.
Es un clima seco, pues las precipitaciones
son escasas e irregulares, oscilando entre 300 y 750mm., concentrándose en otoño e invierno y produciéndose
una acusada aridez estival. La irregularidad interanual determina –además-
la existencia de fase periódicas de sequía.
El clima mediterráneo presente tres tipos distintos, cada uno
con distintas variedades. Estas son:
2.2.1. MEDITERRÁNEO MARÍTIMO
Localización: costas mediterráneas peninsulares, salvo las alicantinas,
murcianas y almerienses; en Baleares, Ceuta, Melilla y una zona de las costas
de Huelva y Cádiz.
Los inviernos
son suaves y los veranos calurosos. La temperatura media anual es superior
a 15ºC y la amplitud térmica de 12-16ºC.
Precipitaciones
muy irregulares, que disminuyen de N a S y de W a
E, al igual que aumenta la aridez estival. En la costa levantina se producen
situaciones de Gota Fría: precipitaciones otoñales torrenciales
provocadas por la presencia de una depresión aislada en niveles altos (DANA),
combinada con las altas temperaturas de las aguas del Mediterráneo y la
disposición del relieve del levante peninsular.
El mediterráneo marítimo presenta las siguientes variedades:
●Mediterráneo Catalán. Desde Gerona
hasta el norte de Tarragona, entre la costa y la Cordillera Prelitoral
Catalana. Roza el invierno frío y los veranos son menos
calurosos y más cortos que en el resto de los tipos mediterráneos.
Las precipitaciones son más elevadas, produciéndose aridez estival
sólo uno o dos meses.
●Mediterráneo puro. Desde Tarragona
al centro de Alicante y el archipiélago Balear. Los inviernos son
templados y cortos, los veranos calurosos (25ºC de media). Las
precipitaciones disminuyen de N a S, entre 500 y 300 mm,
son irregulares con máximos en otoño. En situaciones de gota
fría son tormentosas.
●Mediterráneo
andaluz. En el litoral mediterráneo de Cádiz, Málaga, Granada y parte
de Almería; la llanura litoral atlántica gaditana y onubense, y una zona
suroeste sevillana. Temperaturas más elevadas (18ºC de media),
veranos largos y calurosos, inviernos muy suaves (10ºC de media). La zona
costera de Málaga, Granada y Almería presenta características
subtropicales. Las precipitaciones están por debajo de los500
mm, así, los veranos son secos y áridos.
●Ceuta y Melilla. Temperaturas más elevadas que el Mediterráneo
andaluz, precipitaciones medias menores a 400-500 mm, así,
los veranos son muy secos.
2.2.2. MEDITERRÁNEO CONTINENTALIZADO O DE
INTERIOR
●Mediterráneo continentalizado subhúmedo. Corresponde a zonas de transición
entre el clima mediterráneo y los oceánicos y de montaña. Se da en las
vertientes meridionales de los Montes de León, Cordillera Cantábrica y
prepirineos; en zonas menos elevadas de la Cordillera Central e Ibérica, la
Sierra Morena Onubense y la Sierra de Cádiz.
●Mediterráneo de interior de la Submeseta
norte. Al ser una zona alejada de la influencia marítima posee
unos inviernos largos y fríos con frecuentes heladas, mínimas de
hasta -20ºC. Los veranos son cortos y no muy calurosos. Las precipitaciones
son escasas, -500mm-, y encontramos aridez estival.
●Mediterráneo
de interior de la Submeseta sur. Al estar más abierto
a la influencia marítima que el anterior, los inviernos son menos fríos y más
cortos, pero los veranos son
largos y calurosos, con medias que superan a veces los 25ºC. Precipitaciones
reducidas y una aridez estival más acusada que el anterior.
●Mediterráneo
del interior del Valle del Ebro. Al ser una zona aislada de la influencia marítima, presenta veranos
más calurosos e inviernos fríos. Así, la amplitud térmica es fuerte
(unos 18ºC). Las precipitaciones, a veces, no superan los
300mm.
●Mediterráneo cálido de interior. Se extiende por el valle del
Guadalquivir (interior de Andalucía), Sierra Morena y buena parte de
Extremadura. Sus veranos son largos y muy calurosos: aquí es donde se alcanzan las máximas absolutas peninsulares
(50ºC) y con una severa sequía estival. Los inviernos son sin embargo muy suaves, con
medias entre 8 y 10º C. Precipitaciones moderadas, al estar la zona abierta a
los vientos procedentes del Atlántico.
2.2.3. MEDITERRÁNEO ÁRIDO
Se localiza en
el SE, en la costa desde el sur alicantino hasta el levante
almeriense.
Es la zona
más seca de la península con totales anuales, a veces, inferiores
a 300 mm, cuyos valores mínimos se alcanzan en el Cabo de Gata. La
aridez ocupa 9 o más meses y las precipitaciones se relacionan con situaciones
de gota fría.Los inviernos son suaves y los veranos largos
y calurosos.
3. DOMINIO SUBTROPICAL
Se corresponde con el Clima canario. En Canarias
encontramos un clima subtropical marítimo por:
·La cercanía del
archipiélago al Trópico, por lo que queda bajo la influencia del anticiclón
de las Azores, provocando tiempo estable y cálido. Además, la influencia de
los vientos Alisios aportan humedad.
·La configuración
del relieve, que permite la existencia de una
banda entre los 600 y 1200 m donde los vientos húmedos proporcionan humedad
constante.
·La proximidad a
África que favorece un tiempo muy
caluroso con presencia de calima.
·La corriente fría
de Canarias, responsable de que las temperaturas
sean menores que las que les corresponden por latitud.
El clima canario
queda definido por temperaturas suaves todo el año, con medias
en torno a 20ºC, por lo que la amplitud térmica es muy reducida (7º-8ºC).
Las precipitaciones son escasas e irregulares, disminuyen de N
a S y de W a E. Así, aumentan también con la altitud y podemos encontrar el
fenómeno llamado mar de nubes, acumulación horizontal de éstas
entre 500 y 1500 m, causada por los vientos húmedos alisios.
4. DOMINIO FRÍO
En España el dominio frío se corresponde con el Clima de montaña, un clima azonal cuyas características las
determina la altura, orientación y exposición a los vientos dominantes. Se
localiza en zonas de montaña, siendo propio de zonas de más de 1000-1200 metros de altitud. En general es un clima frío y húmedo.
Su temperatura
media anual es menor de 10ºC. Posee inviernos
largos y fríos y veranos cortos y frescos o inexistentes.
La latitud matiza
las temperaturas, en el norte, este clima se da por encima de los 1000m, en el
centro y sur, a partir de 2000m donde los veranos son algo más largos. La
amplitud térmica es media, a veces alta.
Las precipitaciones son elevadas por
el efecto orográfico. A menudo, son en forma de nieve, aún así, en
algunas zonas pueden darse 1 o 2 meses secos.
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