miércoles, 25 de septiembre de 2019

TEMA 2

TEMA 2. EL RELIEVE (BLOQUE 2).
1. Características generales.
     El relieve de la península ibérica presenta las siguientes características básicas:
a)      Elevada altitud media. España tiene una altura media de 660 m sobre el nivel del mar, altitud sólo superada en Europa por Suiza. Esta altitud no es el resultado de la existencia de elevadas cordilleras, sino a la presencia de un gran bloque central elevado, la Meseta, que presenta una altitud entre los 600 y los 800 metros, y a la abundancia de montañas de media altura. Ambas hacen que casi el 90% del territorio español se halle a más de 200m sobre el nivel del mar.
b)      La disposición general del relieve, organizado en torno a un gran bloque central elevado, la Meseta Central; alrededor de la cual se disponen las restantes unidades: las periféricas a la propia Meseta; las depresiones externas y las cordilleras exteriores. De hecho, la mayor parte de las unidades del relieve español reflejan en su evolución geológica las condiciones de adaptación al antiguo zócalo de la Meseta. (*Observar y estudiar el mapa y texto que acompaña).
LAS UNIDADES MORFOESTRUCTURALES DE LA PENINSULA IBÉRICA

El relieve peninsular se organiza en torno a cuatro grandes unidades: El bloque de la Meseta; las cordilleras periféricas a la Meseta; las depresiones exteriores y las cordilleras exteriores.
Todo se organiza en torno al gran bloque de la Meseta Central. Ésta ocupa buena parte del interior peninsular, acogiendo dos grandes subunidades: Las cordilleras interiores (Cordillera Central y Montes de Toledo) y las cuencas interiores (Duero, Tajo y Guadiana). La Cordillera Central divide a la Meseta en dos grandes zonas: la submeseta norte y la submeseta sur. La primera está ocupada por la cuenca del Duero, mientras que la submeseta meridional queda dividida por los Montes de Toledo entre la cuenca del Tajo y la del Guadiana.
El bloque de la Meseta, a su vez, está circundado por una serie de cordilleras, denominadas Cordilleras Periféricas a la Meseta: En el ángulo noroeste el Macizo Galaico-Leonés; al norte la  Cordillera Cantábrica; al este la Cordillera Ibérica; y al sur Sierra Morena.

La tercera gran unidad morfoestructural la constituyen las llamadas Depresiones Exteriores, que separan las cordilleras periféricas de las cordilleras exteriores. Así, al nordeste encontramos la Depresión del Ebro, y al S-SW la Depresión del Guadalquivir.

La cuarta unidad queda constituida por las Cordilleras Exteriores, que incluyen los Pirineos –ocupando el istmo-, la Cordillera Costero-Catalana y las Cordilleras Béticas, estructuradas en dos cadenas: Penibéticas y Subbéticas, separadas por el surco intrabético.
c)      La disposición periférica de los relieves peninsulares, entendida en un doble sentido, tanto en relación con la Meseta (cordilleras periféricas a la Meseta) como en relación con el contorno de la Península, en cuya periferia se encuentran las principales cordilleras españolas (Cantábrica, Pirineos, Costero-Catalana, Béticas), lo que determina el aislamiento de la Meseta. Esta disposición frena la influencia del mar y provoca fuertes contrastes entre el litoral y el interior peninsular.
d)      La orientación dominante oeste-este de las unidades de relieve, coincidente con los paralelos geográficos, y que tiene claras consecuencias geográficas, por ejemplo en el diseño de la red hidrográfica o la desigual distribución de las precipitaciones en el interior peninsular.
e)      Forma compacta y maciza de la península Ibérica, que es consecuencia de los rasgos antes expuestos, pues la ubicación periférica de los relieves y la orientación de los mismos contribuyen a definir un vasto cuadrilátero de costas rectilíneas con escasos entrantes y salientes –salvo en Galicia- y que guardan gran distancia entre ellas, dándole así un marcado carácter continental al interior de la Península
f)       Un relieve de formas muy variadas, producto de la larga historia geológica de nuestro país*, que permite distinguir entre montañas antiguas o hercinianas, nuevas o alpinas y las antiguas rejuvenecidas. En las diferencias interviene también decisivamente la variedad litológica*: España granítica, silícea, arcillosa y volcánica. (Ver mapa y apartado correspondiente)
g)      La existencia de dos archipiélagos, el mediterráneo de Baleares, cuyo relieve está ligado al de la península Ibérica –fundamentalmente a las cordilleras béticas-, y el atlántico de Canarias, con un relieve geológicamente reciente y de origen volcánico.
       Estas características hacen que España sea como un continente en miniatura, muy rico en contrastes.

VARIEDAD LITOLÓGICA.
     Si consideramos España desde el punto de vista de los materiales que la constituyen, es decir, de las rocas que conforman el sustrato, distinguimos cuatro áreas con diferente litología, que toman su nombre de las rocas dominantes: España silícea, España caliza, España arcillosa y España volcánica.

La España  Silícea se localiza mayoritariamente en el tercio Oeste peninsular, allí donde aflora en superficie el zócalo de la Meseta, y se adentra hacia el Este por el sector occidental de la Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Montes de Toledo ySierra Morena.También se localiza en otras áreas donde quedan restos de macizos antiguos: Pirineo Axial, y sectores aislados del Sistema Ibérico, las cordilleras costero-Catalanas y la cordillera Penibética.
Está constituida por rocas compuestas por minerales entre los que predominan el cuarzo y la sílice. Acoge los materiales más antiguos de la Península: paleozoico-hercinianos y precámbricos. Son rocas duras, rígidas y resistentes a la erosión. La predominante es el granito, aunque también encontramos pizarras, cuarcitas, gneis… Al descomponerse producen suelos arenosos de escaso contenido en materia orgánica y poca fertilidad.
Los paisajes típicos son mesetas o penillanuras accidentadas por fallas, siempre muy erosionadas; relieves apalachenses como resultado de la erosión diferencial, en la cual la actuación de la erosión sobre rocas de muy distinta dureza, profundizando en las más blandas y respetando las más resistentes, crea un relieve abrupto y difícil; paisajes graníticos, con presencia de domos, bolos, berrocales o pedrizas, canchales, piedras caballeras.
La España caliza forma en la Península una Z invertida que se extiende por Pirineos (Prepirineos) y Montes Vascos hasta la zona central de la Cordillera Cantábrica, dirigiéndose hacia el S.E. por el Sistema Ibérico y parte de la Cordillera Costero Catalana y flexionándose después hacia el S.W. por las Cordilleras Béticas. También es el material dominante en las islas Baleares.
Son terrenos formados por sedimentos marinos durante la era mesozoica y principios del terciario y plegados en la orogenia alpina. Las rocas predominantes son las calizas: rocas sedimentarias de dureza media-baja y permeables, compuestas mayoritariamente por carbonato cálcico, que se disuelve en aguas que contienen CO2, tanto en superficie como subterráneamente.
Estructuralmente corresponde a cordilleras jóvenes, alpinas, de grandes alturas y acusadas pendientes y desniveles, mientras sus paisajes típicos derivan de la solubilidad en agua de las rocas calizas, lo que origina un típico paisaje kárstico: dolinas o torcas, uvalas, poljés, lapiaces, simas, gargantas…
La España arcillosa está constituida por materiales sedimentarios  muy poco resistentes a la erosión como arcillas, margas, yesos, etc. que se depositaron a finales de la Era Terciaria y durante la Era Cuaternaria. El área arcillosa se extiende por las cuencas sedimentarias interiores de la Meseta (Duero, Tajo y Guadiana) y por las depresiones exteriores (Ebro y Guadalquivir). También se encuentra en las  hoyas interiores de las Cordilleras Béticas, y las llanuras costeras mediterráneas.
El relieve arcilloso es básicamente plano, en estratos horizontales o inclinados, pero siempre sin plegar, formando llanuras y páramos. Son terrenos que se erosionan rápidamente por la blandura de sus materiales. Entre las formas más comunes de modelado sobre terrenos arcillosos encontramos las cárcavas, los páramos, el relieve en cuesta y las campiñas o vegas. Estas últimas son paisajes de suaves ondulaciones, una sucesión de lomas y vallonadas con terrenos muy buenos para la agricultura, que tiene su modelo más representativo en las provincias de Córdoba y Sevilla.
 La España Volcánica  se corresponde con las islas Canarias. En la península sólo aparece en puntos aislados de vulcanismo antiguo como el Campo de Calatrava, Olot y Cabo de Gata.
Son  materiales procedentes de las erupciones volcánicas, tanto sólidos (piroclastos) o viscosos (coladas de lava).  Produce formas de relieve características como conos volcánicos, calderas de hundimiento (depresiones de forma circular),calderas de explosión, calderas de erosión, roques (especies de agujas de lava formadas por la chimenea de un volcán cuyo cono ha sido erosionado), diques y barrancos volcánicos.
HISTORIA GEOLÓGICA.
 El relieve de la Península es el resultado de una larga evolución geológica en la que se han alternado fases orogénicas con otras de calma en las que predomina la erosión y la sedimentación. Las fases de actividad orogénica se explican por la tectónica de placas y dan como resultado la aparición de cordilleras. Durante las fases de calma los relieves son sometidos a la erosión y se van desgastando.
     Geológicamente, el proceso de formación del relieve español podemos dividirlo en las siguientes fases:
a) Era Precámbrica (4000-600 millones de años) Los mares ocupaban casi todo el espacio de la actual península. Sólo emergieron algunos relieves en Galicia y el oeste de la actual meseta, pero fueron totalmente arrasados por la erosión y cubiertos por las aguas a fines de esta era.  
b) Era Primaria o Paleozoico (600-230 millones de años). El continente único, llamado Pangea, se divide en dos grandes placas; Laurasia y Gondwana, separadas por el Mar de Thetis. La Península sigue sumergida actuando de geosinclinal que se va rellenando con los sedimentos arrancados por la erosión en estos viejos continentes. Estos sedimentos son comprimidos por la orogenia herciniana (periodo carbonífero) que levanta una gran cordillera de dirección NW-SE que en la Península forma el Macizo Hespérico  y otras piezas menores como el Macizo de Aquitania, el del Ebro y Catalano-Balear y el Bético-Rifeño.
Al final del período todos habían sido arrasados por la erosión. El Macizo Hespérico se había convertido en un zócalo inclinado hacia el E. que ocupaba parte del centro y W. peninsular. Este será la base de la Meseta.
c) Era secundaria o Mesozoica (230 a 65 millones de años) Fue un periodo de calma orogénica, donde predominó la erosión y la sedimentación de los materiales arrancados a los terrenos paleozoicos. También se producen movimientos epirogénicos (ascenso y descenso de la corteza), que se traducen en etapas de transgresiones y regresiones marinas (avances y retrocesos del nivel del mar).
La sedimentación se produjo en dos zonas ocupadas por el mar: Por un lado, en el borde oriental de la Meseta, inclinada entonces hacia el este; por otro, en las fosas marinas situadas entre los macizos hercinianos (fosas Pirenaica y Bética), donde se acumularon potentes espesores de sedimentos.

d)  Era terciaria o Cenozoica (65 a 2 millones de años). Es un periodo clave para el diseño del relieve peninsular. En él se produjo una gran actividad tectónica por el choque de las placas euroasiática y africana con dos consecuencias: Por un lado, la microplaca ibérica queda definitivamente unida a Europa:  por otro, se produce la orogenia alpina, que afectó tanto a las tierras emergidas en el Paleozoico (antiguo Macizo Hespérico) como a los sedimentos depositados en los geosinclinales que separaban los antiguos Macizos. El resultado fue, en cada caso, muy distinto. Así, los viejos materiales paleozoicos, duros y rígidos, se rompieron y desnivelaron, mientras que los sedimentos mesozoicos, más flexibles y elásticos, se plegaron y emergieron, dando lugar a grandes cordilleras. En concreto, sus efectos fueron los siguientes:
· El interior del antiguo Macizo Hespérico, con sus materiales rígidos e incapaces de plegarse, ante las fuerzas orogénicas se rompe y fractura en bloques, hundiéndose unos (Horst) y levantándose otros (Graben). Los bloques levantados formaron las cordilleras interiores (Sistema Central y Montes de Toledo). Los bloques hundidos crearon las depresiones interiores o cuencas sedimentarias de la Meseta (cuencas del Duero, Tajo y Guadiana). Además, el conjunto de la Meseta quedará definitivamente basculado hacia el oeste.
·   Los bordes del Macizo Hespérico se deforman y levantan, cercando de cordilleras el bloque de la Meseta. Aparecieron así una serie de cordilleras que aíslan el interior peninsular, aunque presentan una doble naturaleza:
1. Las que resultaron de la deformación y/o fractura del rígido y antiguo zócalo herciniano:
Ø  Macizo Galaico-leonés, una cordillera  de bloques escalonados de E a W hasta hundirse en el mar.
Ø  Parte occidental de la cordillera Cantábrica, que es una cordillera en bloques.
Ø  Sierra Morena, al fruncirse y elevarse el reborde sur del antiguo zócalo herciniano.
       2. Allí donde se habían depositado sobre el zócalo sedimentos mesozoicos –lo que ocurre en el borde oriental (recuerda que el bloque estaba inclinado al este y hubo transgresiones marinas)- el zócalo se fracturó, pero los sedimentos mesozoicos superpuestos a él se plegaron, apareciendo así cordilleras de cobertera:
Ø  La parte oriental de la cordillera Cantábrica y Ø  El Sistema Ibérico.
·        Se levantaron  las cordilleras alpinas al plegarse los materiales sedimentarios acumulados en las fosas marinas durante el Secundario: los Pirineos (cuya parte central está formada por bloques del viejo Macizo de Aquitania, elevado por las presiones orogénicas), los Montes Vascos (prolongación del sistema Cantábrico), las Cordilleras Béticas (parte de las cuales también son restos del viejo macizo bético-rifeño, rejuvenecido por las presiones alpinas) y las cordilleras costero-catalanas, cuya parte sur es material mesozoico plegado, mientras que la parte norte son restos del viejo macizo paleozoico del Ebro y Catalano-Balear.
Como prolongación de las Béticas surgieron las islas Baleares, aunque Menorca se relaciona geológicamente con el viejo Macizo Catalano-Balear.
·        Entre las nuevas cordilleras y los bordes del viejo macizo Hespérico, se formaron las depresiones exteriores o cuencas sedimentarias del Ebro y del Guadalquivir. Al principio eran fosas marinas pero fueron colmatándose de sedimentos durante el cuaternario.
·        En algunos enclaves aislados de la Península surgieron focos de actividad volcánica, como en el Campo de Calatrava (Ciudad Real), Olot (Gerona) o el Cabo de Gata (Almería).
·        Además, la orogenia alpina rasgó el fondo del Atlántico y con la salida de materiales volcánicos a través de las fracturas comenzó la formación de las islas Canarias.
e) Era Cuaternaria (2 millones de años - a la actualidad). Nuevo periodo erosivo en el que la sedimentación irá colmatando las depresiones formadas en la era anterior. Además, la alternancia de fases glaciales, de intenso frío, e interglaciales, provocó la aparición del glaciarismo y la formación de terrazas fluviales. El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas dando lugar a glaciares de circo y de valle, y cuando se fundieron los hielos dieron lugar a pequeños lagos.
En esta fase se establece la actual red hidrográfica, que excava valles y terrazas. Además se producen movimientos isostáticos (ascenso y descenso del nivel del mar) que modifican la línea de costa.
ANÁLISIS DEL RELIEVE ESPAÑOL
Todo el relieve peninsular se articula en torno a la unidad principal de la Meseta. Por ello, para su estudio distinguiremos tres grandes conjuntos: La Meseta y sus unidades interiores, los rebordes montañosos periféricos y las unidades exteriores, a lo que hay que añadir los relieves insulares.
2.- LA MESETA Y SUS UNIDADES INTERIORES:
 La MesetaEs el núcleo primitivo y pieza fundamental del relieve peninsular. Su origen está en el antiguo Macizo Hespérico, cordillera herciniana arrasada por la erosión hasta quedar convertida en un zócalo de materiales duros y rígidos que, en el Terciario, fue afectado por la orogenia alpina. Las consecuencias fundamentales fueron: su abombamiento y fragmentación en bloques. Unos se hundieron (cuencas interiores) y otros se elevaron (Cord. Central y Mtes. de Toledo); la inclinación hacia el W y la deformación y/o el plegamiento de los sedimentos depositados en sus bordes (Cantábrica. Ibérica y Sª Morena).
Actualmente la Meseta es una llanura elevada (media de 600 m) ligeramente basculada hacia el W y donde alternanpenillanuras y relieves montañosos. Uno de ello, el Sistema Central, la divide en dos subunidades: La submeseta norte, más elevada, que coincide con la cuenca del Duero; y la submeseta sur, a su vez dividida por los Mtes. de Toledo, que separan las cuencas del Tajo y del Guadiana. Todo el conjunto está además rodeado -salvo al W- por cadenas montañosas.
     La historia geológica permite diferenciar en la Meseta tres unidades interiores:
      1. El zócalo paleozoicoEs la base del antiguo Macizo Hespérico, que sólo aflora en las penillanuras del oeste peninsular. Se muestra como una llanura de erosión suavemente ondulada, sólo alterada por montes isla, crestones de cuarcitas, relieves encajados y algunos relieves volcánicos muy arrasados (Campo de Calatrava). Litológicamente pertenece aldominio silíceo
      2Las cordilleras interioresSistema Central y Mtes. de Toledo. Formadas durante la orogenia alpina por el levantamiento de algunos bloques del zócalo paleozoico. Tienen formas redondeadas y cumbres aplanadas, aunque a veces son más abruptas debido a la erosión diferencial o el retoque glacial.
        El Sistema CentralSurge cuando el antiguo zócalo  Herciniano sufrió los empujes alpinos, que abombaron materiales muy rígidos hasta fracturarlos a través de un sistema de fallas, surgiendo así una cordillera en bloques, destacando las sierras deGuadarrama, Gredos, Gata... El pico más elevado es el del Moro Almanzor. Los paisajes alternan cumbres graníticas y profundos valles. En las sierras más elevadas quedan restos de glaciarismo.
        Los Montes de Toledo son de menor altura y separan las cuencas del Tajo y Guadiana. Tienen el mismo origen que el Sistema Central y constituyen un buen ejemplo de relieve apalachense, resultado de la actuación de la erosión diferencialsobre rocas de distinta dureza, profundizando en las más blandas y respetando las más resistentes. Se crea así un relieve abrupto, con profundas gargantas, desfiladeros… Sus sierras más importantes son las de Guadalupe, Montánchez y San Pedro.
      3Las depresiones o cuencas sedimentarias interioresSon cubetas tectónicas surgidas de la fractura y hundimiento de bloques del zócalo paleozoico durante la orogenia alpina. Primero fueron lagos que, después, se colmataron de sedimentos. En el cuaternario la erosión fluvial en períodos glaciares e interglaciares fue modelando una morfología de terrazas fluviales. Son:
*La Cuenca del Duero, una zona arcillosa de páramos, campiñas suavemente onduladas, cerros testigos…
*La llanura del La Mancha, dividida en dos cuencas por los Montes de Toledo: la del Tajo y la del Guadiana. En ella también encontramos páramos, campiñas, relieves encajados… y zonas endorréicas que dan lugar a zonas húmedas (Tablas de Daimiel, Lagunas de Ruidera…)
3.-LOS REBORDES MONTAÑOSOS DE LA MESETA:
La Meseta está rodeada -salvo por el W- por cadenas montañosas que la aíslan de la influencia oceánica y aumentan sucontinentalidad. Todos ellas se originaron como consecuencia de la orogenia alpina y son:
-El Macizo Galaico y los Montes de León. Formados por el abombamiento durante la orogenia alpina (en sentido W-E) del ángulo NW del primitivo zócalo herciniano, por lo que sus materiales son paleozoicos. Los empujes alpinos crearon una red de fallas en dirección N-S que dividieron el sector en bloques, alternativamente hundidos y  levantados, que se escalonan de Este a Oeste. Por eso la zona más elevada corresponde a los Montes de León, donde se conservan restos de glaciarismo. Hacia el W aparecen horst y fosas tectónicas rellenas de sedimentos más modernos, antes de llegar al sector costero, donde las sierras se hunden suavemente en el Atlántico formando las Rías, resultado del progresivo hundimiento del tramo final de valles fluviales en el mar.
-La Cordillera Cantábrica. Es el borde norte de la Meseta y se extiende –paralela al Cantábrico- desde Galicia hasta el País Vasco. Presenta una gran disimetría, siendo el desnivel más grande el de la vertiente que da al mar. En ella el bajo nivel de base de los ríos estimula la erosión fluvial, que crea gargantas y desfiladeros.
 En origen fue el borde norte del antiguo Macizo Herciniano, ya arrasado y basculado hacia el este a finales del Paleozoico. Durante el Mesozoico, en su borde este se depositaron sobre el antiguo zócalo grandes espesores de sedimentos marinos. La orogenia alpina deformó todo el conjunto pero con distintos resultados, lo que explica su variedad interna, distinguiéndose:
1. El sector W o Macizo Asturiano. Es una cordillera en bloques que se eleva gradualmente hacia el este, donde culmina con los Picos de Europa. Aquí abundan las calizas paleozoicas que crean paisajes kársticos.
2. El sector oriental o Montañas de Santander. Su base es también el antiguo zócalo herciniano, pero cubierto por materiales sedimentarios –calizas- de la Era Secundaria plegados durante la orogenia alpina. Presenta cimas que sobrepasan los 2000 m de altitud.
3. - Los Montes Vascos. Enlazan el sector anterior con los Pirineos. Formados básicamente por materiales mesozoicos plegados, conforman una cordillera de modestas alturas (Peña Gorbea, unos 1000 m.) y sus sierras llegan a la costa formando acantilados que alternan con playas.
-El Sistema IbéricoEs el borde oriental de la Meseta -a la que separa de la Depresión del Ebro- y la única cordillera española orientada de NW a SE, desde la Sierra de La Demanda hasta el Mediterráneo. Es una cordillera mixta, de plegamiento y fractura, pues –como en las Montañas de Santander- la orogenia alpina levantó una cordillera de plegamiento que reposa sobre el zócalo paleozoico. Por eso, aunque domina la caliza, en algunas cumbres afloran bloques paleozoicos. Tiene 2 partes separadas por el río Jalón:
La parte septentrional es más elevada y unitaria y cuenta con importantes sierras: Urbión, Moncayo...
El sector meridional es más ancho y presenta dos ramas separadas por el curso del río Jiloca: La rama interior o meseteña, con sierras como Albarracín (paleozoica) o Serranía de Cuenca (caliza), donde aparecen abundantes relieves kársticos; y larama exterior o aragonesa, con sierras como Javalambre y Gúdar (calizas). Estas ramas están separadas por una fosa tectónica: la Depresión longitudinal Ibérica.
-Sierra MorenaSe extiende entre Portugal y la Sierra de Alcaraz con alturas modestas que pocas veces superan los 1000 m. Es en realidad el borde meridional de la Meseta, como demuestra el que posea los mismos materiales paleozoicos (granitos, cuarcitas, pizarras…). Su origen está en el borde sur del zócalo herciniano, que las fuerzas orogénicas alpinas levantaron y flexionaron, fracturándolo en muchos puntos. Se creó así un escalón tectónico que se hunde bajo la Depresión del Guadalquivir.
Es un buen ejemplo de erosión diferencial: Los ríos se encajan en los materiales más blandos creando gargantas y desfiladeros (su único paso natural, Despeñaperros, es un ejemplo) mientras los más resistentes crean crestones que, a veces, se levantan solitarios en penillanuras casi perfectas. Acoge yacimientos carboníferos y metalíferos.

4- LOS SISTEMAS Y UNIDADES EXTERIORES:
 Son cordilleras y depresiones formadas por la orogenia alpina. Las cordilleras surgieron cuando ésta plegó los sedimentos depositados durante la Era Secundaria en el fondo de los geosinclinales marinos. Las depresiones corresponden a las fosas alpinas hundidas entre las nuevas cordilleras y el borde del zócalo paleozoico. Se integran en dos grandes conjuntos:
4.1. Cordilleras exteriores:
Se levantaron como producto del choque de las placas africana y euroasiática con la microplaca ibérica, y acogen las cumbres más elevadas de la Península. Sus materiales son sobre todo calizos, aunque a veces afloran fragmentos silíceos de antiguos zócalos. Esta cordilleras son:
- Los Pirineos.  Ocupan el istmo entre el Golfo de Vizcaya y el Cabo de Creus. Alcanza sus mayores alturas en el Pirineo Axial y desde ahí va descendiendo hacia las sierras exteriores, hasta alcanzar el valle del Ebro.
Los paisajes pirenaicos están determinados por sus materiales y por el retoque glaciar cuaternario en las cumbres más altas, por eso son frecuentes las cumbres puntiagudas, las crestas recortadas o la presencia de glaciares, ocupados a veces por lagos glaciares. No son homogéneos, presentando las siguientes unidades:
       Pirineo Axial: Es el eje central de la cordillera. Aquí encontramos materiales silíceos, que son los restos del  antiguo macizo paleozoico de Aquitania, elevado y rejuvenecido por la orogenia alpina. Aquí están las mayores alturas de la Cordillera: Aneto, (3.404 m) y Monte Perdido. Las alturas descienden a medida que nos acercamos a los bordes oriental y occidental de la cordillera.
      Prepirineo: Zona de dominio calizo. Se dividen en 2 unidades separadas por la depresión intrapirenaica:
         - Sierras interiores. Macizos calizos atravesados en dirección N-S por los cursos de los ríos pirenaicos.
         - Depresión intrapirenaica: Constituida por un conjunto de depresiones discontinuas dispuestas de W a E entre las sierras interiores y las exteriores.
        - Sierras Exteriores: Entre la depresión intrapirenaica y el Valle del Ebro. Apenas superan ya los 2.000 m.
La Cordillera Costero-Catalana.
Cordillera de dirección NE-SO que, paralela a la costa catalana, entre los Pirineos  y el Sistema Ibérico, aísla la cuenca del Ebro del Mediterráneo. Longitudinalmente puede dividirse en dos sectores:
Sector septentrional: Se corresponde con los restos del antiguo macizo paleozoico Catalano-Balear, deformado y fracturado por la orogenia alpina. De ahí que pertenezca al dominio silíceo.
Sector meridional: Corresponde al dominio calizo. Materiales mesozoicos plegados en el terciario.
Transversalmente la cordillera se compone de tres unidades:
La cordillera litoral: Sector más cercano a la costa entre Girona y el norte de Tarragona. Presenta altitudes modestas entre 500-700 m. (Garraf, Tibidabo…)
La depresión prelitoral: Es una fosa tectónica rellena de sedimentos que ofrece un paisaje de suaves colinas y fértiles valles como El Penedés.
La cordillera prelitoral: Es la más extensa y la que alcanza las mayores alturas. Se extiende desde Girona al valle del Ebro en sierras graníticas como el Montseny o de conglomerados como Monserrat.
       Los Sistemas Béticos.  Sus más de 600 Km. se extienden entre el Campo de Gibraltar y el Cabo de La Nao, desde donde se prolonga bajo el Mediterráneo para emerger formando parte de Baleares.
Origen: En la orogenia alpina, cuando el choque de las placas Ibérica y Africana levantó y plegó los sedimentos mesozoicos acumulados en el Geosinclinal Bético.
En la Cordillera pueden distinguirse tres unidades morfoestructurales:
La Cordillera Penibética. Es la parte más meridional y se extiende muy pegada a la costa mediterránea, desde la Sierra de Ronda hasta las Sierras de las Estancias y Los Filabres. Es una zona de dominio calizo, aunque en algunos sectores afloran restos del antiguo zócalo paleozoico Bético-Rifeño. Aquí se encuentran las mayores elevaciones: el Mulhacén y el Veleta.
La Cordillera Subbética. Situada al norte de la Penibética, desde Ronda hasta las sierras de Cazorla, Segura y Aitana. Pertenece al dominio calizo, de ahí la presencia de modelado kárstico, como en el Torcal de Antequera. Algunos autores individualizan su parte oriental para referirse a la Prebética.
Las depresiones intrabéticas: Granada, Guadix… Situadas entre las Penibéticas y las Subbéticas son un rosario discontinuo de depresiones formadas sobre cubetas tectónicas que fueron rellenadas por arcillas sobre las que la erosión ha creado paisajes de cárcavas y badlands.
4.2. Depresiones exteriores:
Son las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. Ambas fueron fosas marinas formadas en la era terciaria entre las cordilleras alpinas. Luego se rellenaron de sedimentos y hoy constituyen relieves prácticamente horizontales. Pertenecen a la España arcillosa.
-La Depresión del EbroSituada al NE peninsular y cerrada por los Pirineos, la Cord. Ibérica y la Costero Catalana. Inicialmente estuvo ocupada por el mar, para luego cerrarse y transformarse en un gran lago que se iba rellenando con los materiales erosionados de estas cordilleras. A fines del terciario el Ebro consiguió atravesar la cordillera costero-catalana y abrirse paso al mar.
Desde el valle del Ebro el terreno va elevándose hasta alcanzar las montañas pirenaicas e ibéricas formando los llamados somontanos. Encontramos típicos paisajes sobre terrenos arcillosos.
La Depresión del GuadalquivirSituada entre las Cordilleras Béticas y Sierra Morena. Es un amplio espacio de forma triangular abierto al océano Atlántico y recorrida por el río Guadalquivir, que la atraviesa casi adosado a Sierra Morena. Inicialmente, la depresión fue un brazo de mar que se fue rellenando con los sedimentos de las Cordilleras Béticas y de Sierra Morena, a la vez que se levantaba.
Los paisajes más característicos de esta depresión son las campiñas: tierras llanas y fértiles suavemente onduladas. La red hidrográfica ha creado a menudo un paisaje de terrazas fluviales. Aguas abajo de Sevilla, y a escasa altura sobre el nivel del mar, se sitúan las marismas.

5- LOS RELIEVES INSULARES:
-Las Islas Baleares. Son una prolongación de la Península en el Mediterráneo, ya que, excepto en la isla de Menorca, el archipiélago representa la continuidad de las Cordilleras Béticas. En Mallorca  existen  dos cadenas montañosas calizas y una depresión interior arcillosa: al NW se sitúa la sierra de Tramontana, al SE la sierra de Levante y, entre ambas, la llanura central.
Menorca se diferencia porque su parte norte tiene una alineación montañosa paleozoica: la Tramontana, que se relaciona con la parte norte de la cordillera Costero-Catalana.
-Las Islas Canarias tienen un carácter volcánico. Su origen está en las emisiones volcánicas que tuvieron lugar a mediados de la Era Terciaria, cuando la orogenia alpina rompe el fondo marino y emerge material magmático a través de las fracturas. Las islas son muy montañosas. Su punto culminante es el Teide (Tenerife), que con 3.710 metros es el pico más alto de España.

Su naturaleza volcánica ha originado formas espectaculares: calderas, cráteres volcánicos, los roques o los malpaíses, resultantes de la solidificación irregular de las lavas.


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